dissabte, 29 d’agost del 2009

Palinuro entrevista a Gerardo Díaz Ferrán.

Roto el diálogo social al comienzo de las vacaciones del verano en una situación confusa en la que cada parte acusa a la otra de haber volcado el tablero, es hora de prepararse para recuperarlo, al menos de acuerdo con los deseos expresos de los participantes en el momento de la ruptura cuando todos auguraban que sería preciso recomenzarlo al inicio del curso. En opinión de Palinuro aquel diálogo social lo rompieron los empresarios que, a causa de la crisis, se sentían en situación de fuerza y en una acción política coordinada con el PP para dificultar la labor del Gobierno. Al enunciar pretensiones inasumibles en el último momento los empresarios sabían que las conversaciones quedarían rotas. Es el momento de averiguar si han reflexionado y están dispuestos a facilitar el acuerdo. Para ello Palinuro se acercó a la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, la gran patronal hispana, presidida por Gerardo Díaz Ferrán, para ver qué se saca en limpio. Díaz Ferrán es hombre afable, con el cutis terso del acostumbrado a los placeres de la buena y abundante mesa, vestido con elegancia, incluso atildado y tiene un modo de razonar franco y abierto que hace las delicias de los entrevistadores. Dice que no quiere fotos porque la función de los empresarios no es aparecer en los medios sino trabajar en silencio y a la sombra por el progreso social. Nada más verme se arranca con una parrafada que da idea de su carácter y que consigno aquí sin dilación:

Díaz Ferrán: la locomotora de la sociedad somos nosotros, le empresarios. Somos nosotros quienes innovamos, creamos empleo, posibilitamos la riqueza. Sin nosotros, la sociedad se paralizaría. ¿Ha leído Vd. la gran novela de Ayn Rand sobre Atlas? Ahí se documenta qué sucede en el mundo en el caso de que los empresarios, los banqueros, los creadores de riqueza, los hombres de acción nos declarásemos en huelga como hacen los trabajadores. Nada funcionaría, esto sería un caos. Así que el gobierno atinado no consiste en ponernos dificultades sino, al contrario, en facilitar nuestra tarea en pro del bien común. No pedimos favoritismos ni gollerías; estamos acostumbrados a fajarnos en el mercado libre y sabemos lo que es eso. Pero tampoco queremos un trato discriminatorio en el que la figura del empresario convenientemente demonizado sea la culpable de todos los males sociales. ¡Hasta ahí podíamos llegar!

Palinuro: bueno, en realidad, en una sociedad compleja como la nuestra todos los actores son importantes y todos contribuyen al bienestar general.

DF: por supuesto pero yo tengo que hablar en pro de mis representados; los demás que lo hagan en el de los suyos.

P: ¿así que la lideresa es "cojonuda" pero el presidente del Gobierno es el problema?

DF: como sabe, fue un lapsus por culpa de un micrófono traidor.

P: pero dicho se está. Permítame que insista: ¿por qué es "cojonuda" Esperanza Aguirre?

DF: es evidente, ¿no? Es una liberal convencida. El liberalismo es una filosofía propia de empresarios: iniciativa individual, no intervención pública, flexibilidad de las relaciones laborales. Aguirre es un espíritu moderno que entiende la sociedad democrática de libre mercado.

P: mientras que Rodríguez Zapatero es un problema porque no entiende el asunto del mismo modo.

DF: exactamente; es un intervencionista en función de sus esquemas teóricos que pueden ser muy bellos (yo no les encuentro gracia alguna) pero irrealizables.

P: y como es "cojonuda" Vd. personalmente subvencionó su campaña electoral a la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) con casi 250.000 euros.

DF: ¿y? Las donaciones son legales.

P: bueno, se hizo a través de una misteriosa fundación de la CAM, Fundescam, de la que nadie parece tener mucha idea y cuya documentación no es pública. Ya se ha presentado una solicitud de que la dicha Fundación haga públicos sus archivos.

DF: y eso, ¿qué tiene que ver conmigo y con la CEOE?

P: hombre, es el caso que sus empresas de Vd. empezaron a acceder a contrataciones y adjudicacioes públicas de la CAM que generan abundantes beneficios. Podría pensarse que aquellos donativos no eran desinteresados en absoluto.

DF: claro, jajaja, desinteresado en esta vida hay muy poco. Quizá la madre Teresa de Calcuta que en el cielo esté...

P: de forma que ¿está Vd. reconociendo que hay una relación entre sus donativos y el hecho de acceder a las licitaciones de la CAM?

DF: no, oiga, no; no reconozco nada y menos en estos tiempos de "Gürtel", jaja. Pero vivimos en una sociedad abierta en la que tenemos derecho a manifestar nuestras preferencias y a participar en las oportunidades públicas en condiciones de legalidad e igualdad.

P: la sociedad será muy abierta pero sus opiniones verdaderas sólo son conocidas cuando un micrófono lo traiciona a Vd. y sus donativos se hacen por vías cuasi secretas y sólo se sabe de ellos gracias a las labores de investigación de los periodistas.

DF: las opiniones personales son opiniones personales y están amparadas por el derecho a la intimidad y los donativos deben hacerse con el espíritu cristiano de que tu mano izquierda no se entere de lo que hace la derecha.

P: eso es la caridad; no se refiere a millones en donativos a partidos políticos.

DF: es únicamente una diferencia cuantitativa.

P: por cierto, veo en su página personal de Wikipedia que tiene Vd. lo que también caritativamente aparece como "estudios de ingeniera técnica industrial". Deduzco que carece Vd. de titulación académica.

DF: exactamente.

P: y ¿de dónde le viene a Vd. la costumbre de generalizar y argumentar sobre cuestiones sociales de ámbito teórico?

DF: de la experiencia, que es la madre de la ciencia. Conozco a la gente, a mis paisanos, sé el terreno que piso y amplío a nuevos horizontes siempre que puedo. Es riqueza para mi país.

P: sin duda. Y abordando ahora el diálogo social, ¿reconoce Vd. haberlo roto en connivencia con el PP?

DF: en absoluto, en absoluto. No hay nada de eso.

P: sin embargo, sus posiciones fueron maximalistas y contribuyeron decisivamente a la ruptura. Y luego ha seguido Vd. caldeando el ambiente.

DF: ¿cómo? Indíqueme cómo y la hablaré de la medida.

P: quiere Vd. bajar los salarios un 1 por ciento.

DF: los costes salariales son muy altos en España y lastran la actividad empresarial.

P: esa es una visión subjetiva. Pregunte a los trabajadores. ¿Por qué no pide que desciendan los beneficios empresariales?

DF: jajaja, muy bueno. Sería contradictorio, ¿no? Además, ya se encarga el exceso de normativa intervencionista de hacerlo por nosotros.

P: además, quiere bajar las cotizaciones a la Seguridad Social.

DF: por supuesto; también son muy altas. Si fueran más bajas, los empresarios contrataríamos más mano de obra.

P: ese argumento es inaceptable. Como su pretensión de abaratar los despidos.

DF: ¿por qué es inaceptable? El despido en España es carísimo. Si se abaratara (y, ojo, que yo no pido despido libre como dicen los medios para fastidiar) habría más contratos de trabajo, más empleo.

P: ¿y no ve Vd. por qué es inaceptable? Si el salario fuera cero euros y el despido gratuito, un solo empresario, yo mismo que me haría empresario, contrataría a toda la mano de obra disponible. Pero eso no es contrato de trabajo sino relación de esclavitud.

DF: veo que es Vd. un radical.

P: eso mismo dice la "cojonuda" lideresa para quien son radicales todos los que no acepten su rígido neoliberalismo, doctrina en la que coinciden Vds. dos. Como se prueba también oyéndolos hablar de la función pública.

DF: no lo sé. Sólo sé que en España sobran funcionarios.

P: es una forma de pedir que baje el gasto público pero que trata de disfrazarse de una petición que encuentra fácil acomodo en los prejuicios nacionales. A la vista de los datos está demostrado que en España hay menos funcionarios que en la media de la UE.

DF: ya se sabe que todo depende de lo que se llame "funcionario". Mi propuesta es recortar el sector público tanto en gastos de personal como en gasto corriente. Hay que ahorrar.

P: para poner luego los ahorros a disposición de los empresarios.

P: naturalmente, es la dialéctica entre la empresa y la banca.

P: ¿qué relación hay entre Vd. y la banca?

DF: toda, como debe ser en una economía libre y flexible de mercado. Toda menos la comisión de delitos.

P: ¿Y entre Vd. y el PP?

DF: mutuo entendimiento y respeto. Mi voto no se lo voy a contar a Vd.

P: no hace falta. Le agradezco esta conversación.