En un vídeo grabado y enlatado y enviado a las redacciones de los periódicos con ánimo de intoxicar en el verano y no tener que contestar preguntas inconvenientes, el señor javier Arenas dice que Sólo en las dictaduras se persigue a la oposición con fiscales y policías. Ayer ya comentaba Palinuro que estos del PP saben mucho de dictaduras: son los herederos ideológicos de la última en España bajo la cual ellos y sus padres vivían tan plácidamente que, siguiendo los consejos del invicto, no se metían en política. Como, además, las dictaduras, ya se sabe, persiguen sañudamente a la oposición, para que no los persiguieran, estaban todos en el Gobierno y dejaban la oposición a los demócratas y a la izquierda en general. Tan poco se metían en política que no juzgaron necesario tener un partido porque su partido era el Estado y, más concretamente, el Ejército. Éste, el PP (antes Coalición Democrática, antes Alianza Popular), lo fundaron al terminarse la dictadura, quedarse huérfanos y empezar la democracia, por si les hacía falta, que les hace, no porque les gusten lo de los partidos. A ellos, nada de partido: el entero todo es lo que quieren.
En un segundo momento, se pregunta uno: ¿y qué tiene que ver con España hoy el hecho de que sólo las dictaduras persigan a la oposición? Nada entre otras cosas porque casi todos los supuestos "perseguidos" (que no son otra cosa que imputados en procesos penales perfectamente legales, legítimos y democráticos) son gobierno; nada de oposición. Los que, al parecer se lo han estado llevando crudo en los municipios del noroeste de Madrid son alcaldes y concejales, gobiernos municipales, no oposición. Quienes han estado supuestamente espiando como locos en el PP, andan en bocas de todos por su peculiar manera de adjudicar contratos públicos y no se dignan contestar a las preguntas acerca de la misteriosa fundación Fundescam no son oposición sino el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Igual que los imputados valencianos de la trama Gürtel tampoco son oposición en la región sino Gobierno de ésta. Los otros dos "perseguidos" son el ex-tesorero del PP, señor Bárcenas y el diputado en el Congreso, señor Merino para procesar a los cuales el Tribunal Supremo ha cursado ya un suplicatorio. No sé si dos señores procesados por el Supremo pueden llamarse "perseguidos" y menos sé si se puede llamar a este alto Tribunal "inquisición" como hace el señor Rajoy.
¿Se puede?
Me parece que no. No porque sea imposible de todo punto sino porque no hay motivo alguno en este caso para pensarlo.
Así que, resumiendo, los que están "perseguidos" no son oposición y los que son oposición no están "perseguidos".
Por lo demás, déjense de dictaduras, oposiciones, inquisición y otras pendejadas para distraer al personal y respondan de una vez: ¿quién y por qué pagó los trajes del señor Camps? ¿Por qué se espían entre sí en el interior del partido? ¿Qué pasará con los contratos de la Federación Española de Municipios y Provincias, otorgados a las inefables empresas del señor Gürtel y el Bigotes, bajo presidencia de la señora Barberá, la de los bolsos? ¿Qué piensan hacer en el PP si el Supremo casa el auto del Tribunal Supremo de Justicia del País Valenciano por el que el más que amigo del señor Camps archiva una causa que lo perjudicaba? ¿Qué si el mismo Supremo sostiene que el señor Bárcenas mintió y se enriqueció en sus años en el PP? ¿Qué con los procesados en Mallorca?
(La imagen es una foto de dalequetepego, bajo licencia de Creative Commons).