He visto muy pocas necrológicas con motivo de la muerte de don Joaquín Ruiz Giménez y la mayoría se limita a señalar que fue el primer Defensor del Pueblo.Es verdad que lo nombró el PSOE en 1982 con amplio respaldo de la cámara, pero también lo es que Ruiz Giménez fue mucho más en vida que Defensor del Pueblo. En verdad, cabe decir que, cuando el PSOE lo propone para el cargo éste se ve más como una especie de jubilación dorada de un político que había hecho mucho desde los años de la dictadura sin conseguir nunca el merecido reconocimiento. Alguno de sus discípulos en el PSOE, como Gregorio Peces-Barba son quienes más han hecho para lograr algo más de reconocimiento social al político demócrata-cristiano, como nombrarlo doctor honoris causa por la Universidad Carlos III.
Ruiz Giménez fue ministro de Educación Nacional con Franco entre 1951 y 1956. Los acontecimientos de 1956, el primer estallido de la oposición a la dictadura en las universidades, le cuestan el puesto, como le sucedió por las mismas fechas e idéntico motivo al rector de Salamanca, Antonio Tovar. Los dos tomaron a raíz de aquello el rumbo de la oposición a la dictadura. Ruiz Giménez es el que lo llevó más adelante cuando fundó la revista Cuadernos para el diálogo, hoy desaparecida que, en poco tiempo, se convirtió en un centro de oposición democrática en el país y ayudó a la transición. Durante ésta Ruiz Giménez, al frente de su partido, Izquierda democrática, se presentó a las elecciones de 1977 dentro del llamado Equipo Democráta-Cristiano del Estado Español, sin alcanzar mas que una cantidad exigua de votos, lo que forzó su desaparición. Desde entonces vivía apartado de la política.
Lo más interesante de su experiencia, me parece, es su fracaso en la constitución de un partido demócrata-cristiano, que fuera el referente de la derecha democrática, fracaso que nadie había previsto y que, en buena medida, se debió a que la Iglesia católica no secundó la idea. Por qué no lo hizo es todavía materia de especulación. En verdad creo que el país hubiera ganado mucho si el gran partido de la derecha hubiera sido una democracia-cristiana en lugar de estos cavernícolas que viene padeciendo.