dilluns, 17 d’agost del 2009

Descifrando la trama.

Mientras en el PP siguen dando gritos, rasgándose las vestiduras, clamando al cielo, amenazando con rayos y centellas en Europa, llamando de todo (feo) al presidente del Gobierno y jurando en arameo que España es ya de hecho una dictadura totalitaria que trata de aniquilar al adversario político echándole encima al fiscal, la policía y los jueces; mientras esto sucede, digo, las indagaciones judiciales sobre la trama Gürtel siguen deparando informaciones que cada vez apuntan más a una enorme tramoya de corrupción que afectó a sectores muy importantes del partido y a las correspondientes administraciones públicas.

Además de las malversaciones, los cohechos, fraudes, falsificaciones, etc que se han detectado y están en proceso en diversos sumarios en distintos lugares de España, todos relacionados con la trama Gürtel, aparecen ahora indicios muy fuertes de fraude y financiación ilegal del partido en los años triunfales de 1996 a 1999, primera legislatura de Aznar sin mayoría absoluta. Dado que en la segunda legislatura sí tuvo dicha mayoría y la trama del detenido Francisco Correa siguió trabajando a pleno rendimiento, será muy de ver qué nuevas informaciones hay sobre el caso entre los años 2000 a 2004.

Como está la situación recuerda un poco la aventura del descifrado de alguna lengua antigua, el egipcio, el lineal B en Micenas: la trama Gürtel llevaba una contabilidad de caja B minuciosamente detallada pero en clave. De vez en cuando aparece, como acaba de suceder en una una caja de seguridad en Pontevedra de Pablo Crespo, número dos de la trama y el que hacía efectivos los trajes de los políticos valencianos del PP, una hoja que, como la piedra Rosetta, ayuda a descifrar muchas entradas de la contabilidad que apuntan racionalmente a la comisión de varios delitos.

Viendo lo que está siendo el tema del verano, esto es, el afloramiento de un insospechado y altísimo grado de corrupción en las filas del PP, se entiende que sus dirigentes se desgañiten en los medios y sus medios se desgañiten tratando de desviar la atención a la denuncia de una persecución hostil e ilegal de las autoridades. Lo mismo argumentaba Al Capone.


(La imagen es una foto de Jaume d'Urgell, bajo licencia de Creative Commons).