dimarts, 4 d’agost del 2009

Al Curita mentiroso lo salva su amigo íntimo.

Claro que yo me pago mis trajes, decía el Curita. Pues no señor; el Curita mintió bellacamente. El Tribunal Superior de Justicia del País Valenciano (TSJPV) acepta que el Curita no pagó los trajes, que los pagó la trama corrupta, pero no ve en ello delito alguno. Si lo hay o no lo decidirá ahora el Tribunal Supremo pero, entre tanto, está claro que el Curita es un mentiroso.

No conozco de nada a ese señor, Álvaro Pérez, dijo el Curita en su momento, fechas antes de que se le oyese proclamar su amistad y más que amistad con el Bigotes en una conversación telefónica grabada en poder de los tribunales. O sea, el Curita ha vuelto a mentir a los tribunales, al Parlamento y a la opinión pública.

Estoy deseando acudir a los tribunales a declarar para probar mi inocencia y terminar con este asunto dijo en su día pero, en realidad, la única vez que compareció ante el juez se negó a declarar y sus abogados no han hecho otra cosa que intentar paralizar el procedimiento lo cual indica que el Curita no solamente es un mentiroso sino también un hipócrita.

Pues bien, a este mentiroso e hipócrita es a quien su amigo íntimo, el presidente del TSJPV, acaba de resolver un problema grandísimo: el de tener que comparecer ante la justicia por cohecho impropio. En ningún país del mundo civilizado se permite que una persona que es amiga íntima del acusado dicte sentencia en un caso que lo implique. En España no sólo se permite sino que se tiene a gala. Supongo que mañana el Curita podrá presumir de amigos importantes entre los vecinos.

La decisión de ayer del TSJPV, que ya está recurrida ante el Tribunal Supremo, es una vergüenza que no tiene nada que ver con la justicia y todo con el amiguismo. Es una decisión dictada por el amiguismo. En España fue tradicional afirmar que las leyes se acatan pero no se cumplen. Algo parecido cabría decir de decisiones como ésta, que se acatan pero no se respetan.


(La imagen es una foto de dalequetepego, bajo licencia de Creative Commons).