Aquí tienes, oh amable lector/a, la foto que inmortaliza el momento en que el PP salió unido como una piña a apoyar a su lider con cara de ir a su sepelio y que ya ha sido objeto de algún agudo comentario. No es para menos dado que, como siempre, el partido se ha precipitado y el líder ha patinado haciendo otra vez el ridículo en el campanudo y calderoniano estilo que lo caracteriza. Seguramente lo asesoran sus peores enemigos que, por si aún no se ha enterado (ya que no parece enterarse de mucho) moran en su propio partido y, pues están tan bien avenidos, se la pasan espiándose entre sí con cargo a los fondos públicos.
Ese fue el momento, señor Rajoy, en que la madre tierra, la Mamma Chicha, le hubiera hecho un favor tragándoselo. Pues ¿cómo quiere ser reconocido líder un hombre al que cuatro descerebrados/as calientan los cascos y se lanza contra el muro sin reflexión previa, sin contrastar la información, sin distanciamiento ni cálculo de consecuencias? Porque al final ha resultado que esa tenebrosa conchabanza, ese siniestro conciliábulo de los poderes satánicos en contra de un PP inocente y angelical, esa cacería, presuntamente montada contra el PP, no era más que una azarosa y fortuita coincidencia ¡organizada por un hombre del mismo PP! Tierra: sé caritativa y trágatelo.
Porque si alguna queja pudiera suscitar ese episodio cinegético en el que coincidieron de pura chiripa el juez Garzón y el ministro Bermejo en el finde no vendría de la derecha sino de la izquierda. Sabido es: lo de la caza no es cosa baladí y que tenga un pase sin más. Al menos no en este blog radicalmente antitaurino y anticinegético. Como Palinuro no quiere perder el tiempo escuchando por enésima vez las razones que aducen los partidarios de las corridas de toros y la caza, reconoce sin ambages estar movido sólo por dogmas y prejuicios que le hacen pensar que todos esos Reyes, chulos, señoritos y demás bazofia que asesina o contempla como se asesina a animales que no les han hecho nada por mera diversión es mierda. ¿Está claro? Mierda cruel, inmunda y cobarde, ya sean ministros, jueces o simples psicópatas.
Volviendo a lo nuestro, lo que motiva este comentario es que la coincidencia del juez y el ministro en esa vergüenza finisemanal fue totalmente fortuita, casual cien por cien y carece de significado jurídico o político. Tampoco lo tendría aunque no fuera fortuito, pero el hecho es que lo fue. Lo que no impidió que esta derecha alborotada y su atolondrado líder escenificaran esa comparecencia risible en la que volvió a mostrar su intemperancia, su intolerancia y su convicción de estar por encima de la ley, de no querer que se le aplique, y su incapacidad para aceptar la realidad.
La realidad es: que en la Comunidad Autónoma de Madrid unos del PP han espiado a otros del PP con cargo a todos los ciudadanos pero sin que estos lo sepan; que el cabeza de lista por una provincia gallega en las próximas elecciones cobra comisiones de cientos de miles de euros en paraísos fiscales que no declara a Hacienda; que hay una trama de corrupción cercana al PP, que ha vivido de contratas y adjudicaciones del PP, cuyos principales dirigentes están ya en prisión incondicional, en la que también están imputados dos cargos del PP y seguramente habrá más cuando termine la instrucción, según inteligente análisis de Nacho Escolar.
Pero la reacción del PP y de su lider tan en agraz ha sido la acostumbrada desmesura, la abroncada exageración de quienes aún no han comprendido que los aspavientos de la derecha ya no asustan a nadie. Han contestado con un típico overkilling, como lo llaman los ingleses, una sobrerreacción a la que suele recurrir el señor Rajoy cuando se indigna y se pone engolado, que viene a ser casi siempre: ¡ruptura con el ministerio de Justicia! O sea, en términos prácticos, ruptura del pacto por la Justicia. Algo que recuerda la ristra de grandielocuentes rupturas del presidente del PP que luego quedan siempre en una sensación de lamentable ridículo. El señor Rajoy ya ha llevado a su partido a la ruptura con Cataluña, con 59 segundos y con el grupo Prisa. El señor Bermejo, esa Artemisa de cuatro pelos, ya sabe a que atenerse: los del PP y su lider el señor Rajoy no le ajuntarán hasta dentro de dos o tres meses.
(La imagen es una foto de 20 Minutos, con licencia de Creative Commons).