dijous, 9 d’octubre del 2008

Habas contadas.

Aunque con retraso y de forma dubitativa las autoridades políticas han acabado tomando las medidas necesarias para hacer frente a la crisis de crédito que azota a la economía mundial: operaciones de rescate y ampliación de la cobertura de depósitos bancarios. El gobierno español lo hizo igualmente y con insólita contundencia: cobertura hasta 100.000 euros por persona, cuenta y entidad en los depósitos y 30.000 millones (ampliables a 50.000) de euros para comprar activos a los bancos de forma que estos restablezcan el negocio ordinario del crédito. Como si solamente existiera su ombligo las bolsas seguían mirándoselo y bajando, empeñadas en ignorar aviesamente los desvelos socialistas por la salud de la economía.

Visto lo cual se produjo algo que no sé si habrá sucedido antes: los bancos centrales del primer mundo se pusieron de acuerdo para bajar medio punto los tipos de interés de sus respectivas divisas. Por cierto algo que, cuando lo hacen otros, acaban en los tribunales acusados de maquinaciones para alterar el precio de las cosas si no de algo peor como colusión. El descenso en los tipos en Europa es una necesidad obvia porque los actuales están asfixiando a las personas hipotecadas, que son un pellizco de la población. El descenso en los tipos trataba de detener el de la bolsa mas no lo consiguió pero no porque fuera contraproducente sino por la mera inercia del momento. Para el día de hoy es de suponer que los mercados se estabilicen a la espera de más medidas de las autoridades. Estaría muy bien que el señor Trichet entendiera que poner tan caro el dinero en tiempos en que además es escaso es la mejor fórmula para meter a la economía en recesión que es lo que ya están cuantificando los aguafiestas del Fondo Monetario Internacional (FMI). El FMI es una de las dos criaturas (la otra es el Banco Mundial, BM) que salieron de los hoy putrefactos Acuerdos de Bretton Woods con los que se financió la reconstrucción de Europa después de la guerra y el Estado del bienestar. Su función es más de alguacil monetario del Tercer Mundo, pero también hace pronósticos sobre el primer mundo que no gustan a todos por igual. Ahora pronostica recesión para España y el Reino Unido para 2009. Son los dos países que han tenido mayor burbuja inmobiliaria en los años pasados. La recuperación llevará más tiempo.

No es difícil entender que bajar el tipo de interés es bueno para la gente, que puede pedir prestado. Pero tiene un límite inferior que es el cero por ciento. Si acercándonos al cero por ciento no se normalizara la crisis bursátil habríamos acabado la panoplia de medidas públicas en un contexto de libre mercado que tiene que ser intervenido. A partir de aquí sólo la nacionalización de la banca aportaría la esperanza de resolver el problema creado. La nacionalización de la banca al estilo inglés, por ejemplo: quinientos mil millones de libras esterlinas (así como 653.000 millones de euros) para comprar acciones de los bancos que, pasado un tiempo, tendrían que pagar dividendos a los accionistas, esto es, los contribuyentes británicos.

En todo caso, fuera de este modo o de otro cualquiera, la nacionalización de la banca no está reñida con el hecho de que, siendo nuestra sociedad abierta y democrática, en un tiempo posterior, haya una mayoría partidaria de privatizar lo que antes se había nacionalizado. Forma parte del proceso democrático. Esto puede pasar siempre porque la ley posterior como se sabe deroga la ley anterior. El último que llega, manda.


Casi todo el mundo da ganador a Mr. Obama en el debate televisado con McCain en Nashville, Tenneseee. Como era de esperar. Basta con verlos a ambos en el plató, moviéndose con el micrófono y razonando con la gente. No hay color y nunca mejor dicho. Así que me di a pensar en Nashville y me vino a la memoria, cómo no, el disco de Dylan de 1969, Nashville Skyline en el que había piezas célebres como el fabuloso dúo con Johnny Cash en Girl of the North Country o Lay Lady lay, que estaba destinada para las secuencias finales de El cowboy de medianoche pero no llegó a tiempo. La pieza instrumental Nashville Skyline rag sonaba así:

Los de los sesenta tenemos la nación en la música y eso no hay quien nos lo quite. La verdad es que este Nashville de 2008 no tiene nada que envidiar al de 1969. Le da a uno por pensar que el espíritu del Nashville 1969 hizo posible que en Nasville 2008 hubiera un negro candidato a la presidencia de los Estados Unidos por el Partido Demócrata. Y que pueda ganar. Fue muy simbólico el debate. Y también es muy bueno el álbum Nashville Skyline.

(Las dos ilustraciones son, de nuevo, detalles del panel central del tríptico de Hyeronimus Bosch Las tentaciones de San Antonio, que se encuentra en el Museu Nacional de Arte Antiga de Lisboa).