El señor Fraga Iribarne, quien debe de pensar que aún es ministro de Información y Turismo o sea de Propaganda, del dictador y presunto genocida Francisco Franco, hablando de los asesinatos perpetrados por los fascistas durante la guerra civil e inmediatamente después, dice que "del otro lado" se hicieron muchas más barrabasadas como es absolutamente obvio. Tan obvio como el porcentaje de votos a favor de Franco que este correoso fascista cocinó en el referéndum de 1966. ¿Qué entenderá por obvio este buen hombre? Supongo que lo contrario de lo que entienden los demás. Porque a los asesinatos cometidos por los facciosos durante la guerra vinieron a sumarse los que llevaron a cabo los vencedores después de la contienda, uno de ellos precisamente siendo él ministro en la persona de Julián Grimau. ¿Le parece poca "barrabasada" al señor Fraga torturar a un hombre hasta dejarlo inútil, tirarlo por una ventana y fusilarlo luego de una farsa judicial sentado en una silla porque no se tenía de pie? Porque a esa barrabasada dio su visto bueno el señor Fraga.
Sin embargo, lo más indignante de las declaraciones del ex-ministro franquista no es lo de las "barrabasadas" sino lo del "otro lado". Desde 1939 a 1975, fecha de los últimos asesinatos del franquismo, en España sólo hubo un lado, el de los vencedores y su régimen de terror, de forma que no pudo haber ni una sola barrabasada del "otro lado". Dos lados hubo de 1936 a 1939 pero, ¿por qué? ¿por qué hubo dos lados entonces? Porque los fascistas, los militares y los curas se alzaron en armas contra el Gobierno de la República de forma que son ellos los responsables jurídicos de las barrabasadas del lado fascista y morales de las del otro lado.
Por último éste que habla ¿no es el responsable de la matanza de Vitoria en 1976 siendo ministro del Interior de la Monarquía con la misma saña con que lo fue de Propaganda de la Dictadura? Barrabasadas, sí pero (casi) siempre en el mismo bando y hasta hace bien poco tiempo.
Dice el señor Rodríguez Zapatero que la derecha es hipócrita cuando se opone a que se busquen los restos de los miles y miles de víctimas de la vesania fascista en España durante la guerra y la posguerra para que sus parientes y allegados puedan tributarles sus exequias como estimen oportuno. El presidente del Gobierno se ha quedado corto: es más que hipocresía, es un comportamiento inhumano y delictivo que observan siempre que se trata de muertos ajenos porque eso es exactamente lo que hicieron con los del accidente del Yakovlev 62 cuando gobernaban ellos: impedir que los familiares y allegados recuperaran a sus muertos.
Como es hipocresía la oposición a una regulación del aborto encabezada por los mismos que enviaban a sus hijas a abortar a Londres cuando gobernaban en España y el aborto, como tantas otras cosas, como el voto, como casi todo, estaba prohibido.
(La imagen es una foto de Catorze 14, bajo licencia de Creative Commons)