El lío del Cáucaso es un caso de esos supuestos de gestión de conflictos. A ver cómo se resuelve. "Occidente", o sea la Unión Europea (UE) y la organización militar a la que pertenece, la OTAN, está escandalizado de que Rusia incumpla tan flagrantemente los acuerdos internacionales que firma no retirándose ipso facto de Georgia. ¡Por Dios! Y eso de que quieran reconocer la independencia de Abjasia y Osetia del Sur va en contra de los tratados internacionales, gimotea Frau Merkel. Ya puestos, los gringos hablan como los duros del Far West: la independencia de Abjasia y Osetia del Sur es "inaceptable", dice Mr. Bush desde su rancho. ¿Qué quiere decir "inaceptable"? ¿Van a bombardear estas repúblicas si se declaran independientes? Bueno, los EEUU bombardean países enteros por menos de eso. Pero ¿lo harían aquí? Soplan vientos de guerra fría y conviene que en la Casa Blanca no haya un necio que dice que Dios le dice cosas.
Ya permitir (si no alentar) que los georgianos lanzaran el ataque sobre Tshinkvali el día de la tregua olímpica fue suficientemente estúpido. Como se ha visto era la excusa que los rusos querían para invadir Georgia y plantear la separación de las dos regiones autónomas. Rusia regresa al estatus de gran potencia, lo que plantea una crisis. Los europeos y los gringos creen pueden forzarle la mano en política internacional como cuando estaba en situación de debilidad a comienzos de los noventa, tras la caída del comunismo. Pero eso ya no es así. Rusia se ha estabilizado políticamente con una forma de régimen que habrá que definir porque basándose en el sufragio universal (más o menos bien llevado), su estructura institucional es original y puede llamarse presidencialismo parlamentario que significa que tan pronto el poder reside en el presidente de la República como en el primer ministro, según quiera el señor Putin, que es el que manda. Hay incluso quien dice que es comunista.
También se ha recuperado económicamente. Hoy es Europa la que depende del suministro de gas ruso y Rusia quiere hacer valer esa recuperación volviendo a su papel de gran potencia, como heredera universal de la Unión Soviética. ¿Y cuál es el rasgo esencial de la gran potencia? Que puede hacer lo que le dé la real gana y nadie le pedirá cuentas mientras que todos están obligados a rendírselas a ella. Rusia vuelve y quiere hacerlo como gran potencia. Nadie dice a una gran potencia lo que puede o no hacer. La cuestión es si eso se puede impedir. Y la siguiente cuestión habría de ser "impedir" ¿por qué?
En todo caso hay aquí una confrontación clara y que todos creen que es muy peligrosa: los EEUU no reconocen a los rusos los derechos que ellos se arrogan y pretenden dictarles su política exterior, haciéndolo por la brava, al estilo cow boy: el matón que entra en el saloon pegando tiros al aire. Pero las cosas no son tan sencillas; hay que razonar y argumentar antes de ponerse a dar gritos y mucho menos, tiros.
El problema es que en este campo las razones suelen tener un valor relativo en función de ls intereses de cada cual. Por ejemplo, para fundamentar esta actitud negativa hay que aportar argumentos. Estos pueden provenir de la historia o del humilde sentido común. Los que vienen de la historia no sirven para nada porque la historia demuestra una cosa y la contraria incluso actualmente. Remontarse al pasado es perderse en la noche de los tiempos para no encontrarse más. Habrá quien recuerde que Georgia se independizó de la URSS en 1991, aunque, como su presidente fue el tovarich Shevernadze, ministro de Asuntos Exteriores de la extinta URSS, no pasaba gran cosa.
Pero vendrán otros y recordarán que los rusos invadieron Georgia manu militari en 1924 y se la anexionaron. Y saldrá alguien diciendo que, antes, los georgianos se habían declarado independientes en 1918 a raíz de la revolución bolchevique de 1917. Y habrá quien diga que las regiones que hoy aspiran a la independencia son las que se quedaron al margen de la dominación mongola allá por el siglo XIV. En fin, la historia muestra Georgias independientes y Georgias dependientes, lo cual no nos sirve para nada salvo que alguien demuestre que ser independiente es mejor que ser dependiente y, caso de que algo así sucediera, lógicamente Georgia tendría que aplicar a Osetia del Sur y Abjasia el mismo derecho que ella reclama frente a Rusia.
Si la historia no sirve, ¿sirve el sentido común? Pues tampoco. El sentido común dice que lo que los occidentales (europeos incluidos) invocan en Kosovo debe ser lo que invoquen en Abjasia y Osetia del Sur. Otra cosa distinta sería, por lo menos, hipocresía. Porque los rusos dicen que ellos hacen lo mismo en Abjasia y Osetia del sur que en el Transdniester, entre Ucrania y la República Moldova. Lo de los occidentales es típico "doble lenguaje". Pero es costumbre en la corrala. Un ejemplo: cuando se trata de la devolución de Gibraltar a España, los ingleses invocan siempre el derecho de autodeterminación de los gibraltareños que ya han hecho saber en popular referéndum que no quieren ser españoles ni por el forro. ¡Sacrosanto principio! Sacrosanto principio que no invocaron los mismos ingleses cuando firmaron el tratado de retrocesión de Hong Kong a la República Popular China en 1997 en contra de la voluntad de casi todos los honkongueños. Y de Portugal y Macao no hablo por sentido del ridículo. Así que en Europa, en Occidente, el doble lenguaje es cosa corriente.
La cuestión es si puede imponerlo porque una cosa es hablar y otra llevar las palabras a hechos. ¿Qué quiere decir Mr. Bush con "inaceptable"? Por ahora que quiere excluir a Rusia del G-8, de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de alguna otra organización igualmente irrelevante para Rusia. Porque ¿puede preocupar al segundo productor de petróleo del mundo no estar en la OMC? ¿O está dispuesto Mr. Bush a defender la integridad territorial de Georgia (que le importa un bledo) con la bomba atómica? Hay quien dice que esta crisis es tan grave como la de los cohetes de Cuba en 1962. Ya le vale...
¿Por qué no confesamos que no estamos en condiciones de dictar términos a los rusos y que, de ahora en adelante, el mundo vuelve a ser por lo menos bipolar? Si hay algún responsable de esto es ese majadero que cree que hostigando a Rusia, metiéndole los misiles bajo las narices, rodeándola de amenazas, aumentando su sensación de peligro, se gana algo distinto de que Rusia entienda que la mejor defensa es un buen ataque. Es decir el señor Bush no solamente deja una herencia espantosa a su sucesor en el Irak sino que pretende también dejarle otro lío con Rusia.
¿Y qué me dicen de nuestros neocons que ya están viendo que, ¡por fin! llegamos a las manos con los rusos. Hay que quitarse de encima la derrota de la División Azul.
N.B.Por supuesto que hay aquí intereses geopolíticos en juego, oleoductos, gasoductos, etc. Pero eso es obvio.
(El mapa procede de la United Nations Cartographic Section y está en el dominio público).