Bélgica está a punto de partirse en dos o en tres, según lo que decida la minoría germanohablante o en cuatro, según lo que decida la ciudad de Bruselas. ¿Una cidad independiente? No será la primera vez en Europa. El Vaticano es menos que una ciudad, es una plaza y un castillo unidos por una muralla y es Estado independiente, igual que hay tres estados federados que son ciudades en Alemania, Berlín, Hamburg y Bremen. A mediados de septiembre una comisión nombrada tras la enésima dimisión del señor Yves Leterme para hacer propuestas de reforma constitucional (que el señor Leterme no pudo hacer), informará a SM Alberto II, Rey de los belgas, que ya se ve demediado como el vizconde de Italo Calvino, Rey de dos reinos y quién sabe si de una ciudad y de un barrio en otra.
Es el hecho que, a la vista de lo que hay y en espera del dictamen de la comisión (a la que ya sólo le queda proponer la confederación que nadie ignora es el paso previo a la particion total) me he puesto a escribir unas reflexiones sobre la fragmentación europea. La idea general es que, de acuerdo con mi teoría de la chapuza como elemento esencial en la construcción europea, es preciso que Europa se fragmente más antes de unirse más. Suena paradójico pero es evidente: la unión depende de los Estados y los Estados tienen un límite de supervivencia que no van a pasar en pro de la unión europea. La única posibilidad de que ésta avance es que los Estados se debiliten y una forma muy clara de debilitarlos es fragmentándolos. España con el País Vasco dentro es más fuerte que la suma de España sin el País Vasco más el País Vasco sin España. A ver cómo se frena el nacionalismo vasco el día que los flamencos y los valones se digan adiós educadamente como se lo dijeron los checos y los eslovacos. Europa es sorprendente.
En fin, no pretendo sacar aquí el ensayo, pero me tomaré la libertad de comentarlo de vez en cuando, según vaya haciéndolo porque así me llevo dos por el precio de uno, hago un post, reflexiono en voz alta y, de paso, me aclaro.
(La imagen es una foto de Forzeshow, bajo licencia de Creative Commons).