Leo y no acabo de creer lo que leo que el PP está distribuyendo un argumentario interno en el que niega la "supuesta superioridad moral" de los "progres". ¡Bendito siglo éste!
Lo primero que cuestiono es la necesidad de esos "argumentarios". ¿Qué es un "argumentario"? Según parece un escrito en el que se explica al lector en términos para él comprensibles cómo hay que razonar en determinados supuestos con ejemplos. Un argumentario tiene que ir preparado para que la mayor cantidad posible de seguidores lo racionalice y haga suyas sus conclusiones. Los argumentarios desconfían de la capacidad de raciocinio de los lectores y seguidores en general.
Luego está el asunto del contenido. En este caso el "argumentario" parece destinado a refutar la propuesta de que la izquierda (el PP le llama "los progres") sea moralmente superior a la derecha. No dudo de que haya alguien en la izquierda que sostenga esa bobada porque, como decía al parecer Belmonte, tiene que haber "gente pa tó", pero me atrevo a pensar que esa no es una idea de la izquierda. Más parece una obsesión de la derecha y una obsesión que delata una pintoresca situación: precisamente porque la derecha se ve como inmoral, reta a moralidad a la izquierda, para demostrarle su superioridad
No está claro a qué o quién se refiera la expresión "superioridad moral de la izquierda", si a las ideas de izquierda o al comportamiento concreto de quienes se consideran de izquierda. En cuanto a la moralidad o inmoralidad de las ideas hay poco que decir salvo que quizá pueda sostenerse que la idea de la superioridad moral de la izquierde se origine en el hecho de que algunas de sus propuestas parecen en principio más cercanas a los mandatos evangélicos. Al margen de que en verdad sea más moral ocuparse de los pobres de preferencia sobre los ricos se da la circunstancia de que esa preocupación es también compartida por la derecha. También la derecha dice ocuparse de los pobres y los trabajadores. Su propio nombre así lo indica: populares, son gentes del pueblo; no socialistas o comunistas (pues esto puede serlo cualquier aristócrata) sino exactamente gente sencilla del pueblo.
Además, el debate sobre la moralidad mayor o menor de las ideas pierde su interés si se recuerda que, no habiendo mucha diferencia (al menos nominalmente) en cuanto a las ideas, el debate se desplaza a ser uno sobre los medios y aquí sí que la diferencia es cero puesto que tanto un partido como el otro se valen de los mismos medios en democracia para conseguir fines que sí habrán de acabar siendo distintos una vez se vea que, al margen de lo que digan, los populares favorecen más a las rentas altas que a las bajas. El PSOE también, pero lo hace menos, con peor conciencia y procura compensar con beneficios a las rentas bajas.
Vaya la cosa por donde vaya, lo de la "superioridad moral" de la izquierda es más una obsesión de la derecha, una obsesión que delata complejo de inferioridad moral, lo cual es absurdo.
Mucho más injustificado estará el debate si pretende plantearse en el terreno de los comportamientos personales de las gentes de izquierda y de derecha, como si la idea de la pretendida superioridad moral de la izquierda supusiese que las gentes de izquierda tuviesen garantizado el recto camino por el hecho de ser de izquierda, como el que está vacunado contra alguna enfermedad infecciosa sabe que no la contraerá. Pero la doctrina socialista no es una substancia sino un discurso y, como tal discurso, es mudo respecto a la rectitud o doblez de quienes lo reciten. Cada cual es responsable de sus actos y son estos los que se deben juzgar en función de sus resultados. Son los resultados los que son morales o inmorales y esos caen por igual en el campo de la izquierda que en el de la derecha.
Conozco santos y crápulas de derecha y de izquierda indistintamente.
(La imagen es una foto de psd, bajo licencia de Creative Commons).