La señora Clinton propinó ayer una soberana paliza al señor Obama en las primarias de Puerto Rico (68% contra 32% del voto) como estaba cantado. El afroamericano no cae especialmente bien entre los latinos, lo que no es especial de este caso. En general, las relaciones entre negros y latinos en los EEUU no son buenas allí donde se dan pues compiten en el mismo segmento económico y ocupacional más o menos. En todo caso los 55 delegados puertorriqueños se repartirán, supongo, como sigue: 38 para la señora Clinton y 17 para el señor Obama. Como quiera que la comisión del Partido Demócrata que tuvo que decidir sobre el contencioso de Florida y Michigan ha acordado partir por la mitad los votos de los delegados de estos dos Estados y ha atribuido 87 a la señora Clinton y 63 al señor Obama las esperanzas de Mrs. Clinton han quedado hechas añicos. La victoria puertorriqueña es su canto del cisne.
En efecto, al contarse los delegados de Florida y Michigan la cantidad de delegados que debe tener un candidato para alzarse con la nominación ha subido de 2.025 a 2.118. Contando los que le correspondan de Puerto Rico, Mr.Obama llegará a 2.070 mientras que Mrs.Clinton se quedará en 1.915. Todavía faltan las primarias de mañana, martes, en Montana y Dakota del Sur pero entre los dos suman 47 delegados. Ninguno de los dos candidatos conseguiría alcanzar el número mágico; pero la señora Clinton se quedará mucho más lejos que el señor Obama. Será necesario recurrir a los superdelegados con lo que Mr. Obama tendrá la nominación prácticamente en el bolsillo.
A partir de mañana por la noche todas las miradas se volverán hacia la señora Clinton quien con la música de fondo de una famosa balada de la guerra civil (You fought all the way, Johnny Reb, Johnny Reb) tendrá tres opciones: a) conceder victoria y apoyar al señor Obama; b) conceder victoria y no apoyar al señor Obama; c) no conceder victoria y esperar al recuento de superdelegados, incluso a la convención partidista de agosto. La opción c) no es verosímil porque el Partido Demócrata y hasta los miembros de su equipo probablemente no se la permitirán a la señora Clinton. La opción b) no es elegante. Todo el mundo, pues, espera la oción a). Hace ya días que Mr.Obama no habla de Mrs. Clinton en sus alocuciones que ahora se dirigen al contendiente republicano Mr. McCain ya que está seguro de conseguir la nominación demócrata. Yo también lo creo. Así concluye una interesantísima y muy reñida campaña de primarias que ha durado seis meses y de la que Palinuro ha informado cumplidamente.
Habrá que esperar para ver la novedad de una mujer en la presidencia del país más poderoso de la tierra. Sin embargo se abre la posibilidad de ver que esa presidencia la ocupa un negro. Palinuro seguirá también la contienda presidencial propiamente dicha.