dijous, 15 de maig del 2008

Los persas atacan de nuevo.

Pues sí, hay fuego graneado en el PP. Los tiros vienen del bando de los ultramontanos, ultrarreaccionarios o "persas", hoy finamente llamados neocons y tratan de impedir que el Presidente del partido consume lo que parece es su proyecto de situar a aquél en el centro político, sacarlo de esa actitud intransigente, agresiva y montaraz en que ha estado en la última legislatura y en la que también estuvo en las dos anteriores en que gobernó... con el señor Rajoy de pluriministro y vicepresidente del Gobierno. Es decir, tratan de impedir que el señor Rajoy marque un camino de derecha civilizada, moderada y demócrata, capaz de hacer oposición y, al tiempo, colaborar con el Gobierno en los asuntos de Estado.

Eso es lo que ha podido verse una vez que la señora San Gil convocara ayer una rueda de prensa para hablar de la crisis del PP, que ella ha contribuido decididamente a avivar y, sobre todo, una vez que la citada señora, en un encuentro con Rajoy y en presencia de otras personas, le reiteró su falta de confianza en él y lo amenazó con abandonar también la presidencia del PP en Vascongadas si no cambia el rumbo que está imprimiendo al partido. Es algo ridículo: hasta ahora son los superiores en cualquier tipo de organización (política, burocrática, económica, militar, religiosa, etc) quienes han de tener confianza en los subordinados porque es en ellos en quienes delegan poderes y funciones. Creo que es la primera vez que oigo a un subordinado decir que tiene o no tiene confianza en su jefe.

A este propósito, por cierto, muy buena la alocución inicial del señor Gabilondo en los informativos de La Cuatro La Opinión de Gabilondo y en la que se preguntaba qué hubiera dicho la señora San Gil si el señor Patxi López o el señor Odón Elorza, hubieran convocado una rueda de prensa en un día de atentado de ETA para hablar de los asuntos internos de su partido. Es muy típico de los políticos del PP: criticar en los demás lo que hacen ellos o hacer lo que critican en los demás. Es una actitud irritante por lo que tiene de desfachatez pero suele ser muy útil para sus fines sobre todo porque estos acontecimientos, atentados, crímenes, etc, tienen un fuerte impacto en los medios pero es breve y, a fuerza de repetirse, ya nadie repara en ellos. Pero lo dicho, dicho queda..

El "liderazgo" del señor Rajoy es endeble, si es que es, y está sometido a un virulento ataque persa en su propio partido. Dado que su intención -como quedó claro ayer- parece ser enmendar los yerros del pasado, hacer política de Estado, apoyar al Gobierno cuando sea necesario, en resumen constituir la derecha moderna y moderada española por la que tantos han clamado dentro y fuera del PP, es lógico que los demócratas lo apoyen. España necesita un partido de centro derecha que pueda ser alternativa al de centro izquierda. Pero ese apoyo debe ser medido y discreto so pena de que los frenéticos de los persas, cuya concepción de la política es de moros y cristianos, lo consideren la prueba irrefutable de que el señor Rajoy se ha hecho del PSOE y se ha vendido a Prisa. Ya están diciéndolo, así que conviene que se presente en el congreso de su partido en junio bien arropado de fieles y asesores porque allí le espera la de Dios es Cristo.

El fantasma de la escisión ronda por los pasillos del edificio de Génova como si en vez del PP se tratara del PCE.

(La imagen es una foto de jmendicute, bajo licencia de Creative Commons).