LA SOMBRA
Mi amiga y comentarista Marian encuentra divertida la foto de la sombra que aparece en el perfil y añade que a ella siempre le interesó su propia sombra. Pues nada, incluyo a la izquierda otra foto de sombra bastante curiosa. En esto de interesarnos por las sombras, por nuestras sombras, andamos acompañados de leyendas, gentes e historias muy apasionantes y algunas geniales. Debe recordarse que de siempre se ha vinculado la sombra al alma, al destino, a la personalidad de cada cual. Se cuenta de algunas tribus llamadas primitivas que mantenían la creencia de que, si alguien pisaba la sombra de una mujer, ésta se convertiría en estéril. Andando los siglos (en un sentido figurado, claro es, pues esos primitivos son contemporáneos) este mismo tema reaparecería en el archicivilizado y decadente mundo del Imperio Austro-húngaro a fines del siglo XIX y primeros del veinte, ya que éste viene a ser en buena medida el argumento de la ópera La mujer sin sombra, de Richard Strauss sobre libreto de Hugo von Hoffmanstahl; una reina que no tendrá descendencia en tanto no recupere su sombra. La sombra es una parte esencial de nosotros, algo que damos por supuesto, como las creencias orteguianas. Pero ¿qué pasaría si algún día ésta desertara por la razón que fuera? Precisamente por parecerse mucho al alma, tiene un momento fáustico en la fabulosa obra de Adelbert von Chamisso, La maravillosa historia de Peter Schlemihl, en la que el protagonista vende su sombra al diablo, un libro con el que arranca en plena fuerza el goticismo de la literatura alemana en el XIX.
EL RAP DEL PROFESOR.
Mis hijos, que son profesores de secundaria de español en los EEUU, están muy sensibilizados ante el problema de la violencia en el sistema educativo y tienen un gran sentido del humor me han enviado este rap del profesor que está muy bien.
Supongo que habrá quien diga que maldita la gracia que tiene, que no hay que tomarse a broma problemas tan graves y que hay que censurarlo. Nunca llueve a gusto de todos. Me parece agudo, burlón y que, siendo respetuoso con el estamento docente, pone en solfa a quienes son más culpables en esta situación, que somos los padres. Por supuesto, igualmente sin generalizar pues, como todo el mundo sabe, también hay padres responsables. Pero ¿cuántos son como los que se retrata en el rap?
En fin, tras haber disipado los últimos escrúpulos vuelvan a escucharlo porque tiene gracia.