Se ha presentado en Madrid el nuevo diario Público, que estará en la calle el próximo veintiséis de septiembre, que costará 0,50 euros, carecerá de editoriales, no dará especial relevancia a la política, traerá mucha ciencia y economía, tendrá una última página de deportes, quiere captar lectores juveniles y reñirle el terreno de la izquierda a El País.
No sé yo. Como lector de El País tendré que tener algo mejor para cambiarme de periódico, si no, ¿por qué lo haría? No parece que quienes presentan el producto lo consigan. Algunas innovaciones que se anuncian pueden ser contraproducentes. Por ejemplo, eso de que el periódico no tendrá editoriales bajo el argumento de que las personas jurídicas no tienen opinión. Un diario sin editoriales es una novedad; pero no necesariamente bneficiosa. Los editoriales sirven para atribuir una posición determinada al periódico, del tipo de "el País dice hoy...", etc, en el fondo una licencia literaria similar a la que permite a muchos periodistas escribir cosas como "París rechazará el tratado" o "Londres duda de las intenciones de Moscú". En fin, no seré yo quien defienda los editoriales, lugares donde los periódicos pretenden adoctrinar a sus lectores, pero no acabo de ver un diario sin ellos.
Si no hay editoriales, en ¿qué se notará que el diario es progresista, de izquierda? En los columnistas, que lo harán explícito (aunque nunca se sabe con esta subfamilia del homo sapiens, especialista en sobrevivir en contextos hostiles) y en el modo de enfocar las noticias, donde habrá más carga implícita.
Por todo lo que va viéndose, parece tratarse de una reedición de aquel proyecto que lanzó un grupo español en común con la Bertelsmann alemana, un diario popular que se definía como el "diario de los que no leen diarios". Este Público dice venir ahora en busca de los nuevos lectores que, como a la perdices los perros, han levantado los diarios gratuitos. Deben de haber hecho un sondeo y descubierto que a la gente le giban las cosas muy densas y elaboradas, algo de lo que se acusa a El País como periódico demasiado elitista, pero el caso es que este tipo de conciudadano a quien se quiere vender el nuevo diario es más una ficción que una realidad. ¿Mendas dispuestos a pagar 0,50 euros por leer? No creo sean muchos. Es más o menos el mismo dibujo de clientela de Izquierda Unida, gente más radical que el PSOE, más cercana al mundo del trabajo, con menor nivel educativo (como media) y que prefiere leer cosas más livianas. Pero el respaldo electoral de Izquierda Unida no da magnitudes halagüeñas para el éxito empresarial de un proyecto.
Uno de los cálculos más habituales en relación con el nuevo partido de los señores Díez, Savater etc consiste en averiguar a cuál de los otros restará votos la nueva formación. Lo mismo cabe decir del nuevo periódico, esto es, a cuál de los establecidos causará mayor merma de lectores. Los comentaristas insisten en que, a tenor de la proclamación programática de la izquierda y el progresismo, el afectado será El País. Me da la impresión de que por el tipo de lectores que dicen ir buscando, el más afectado será El Mundo.
Me parece que no anuncian edición digital. Es sorprendente, teniendo en cuenta que varios de los que lo hacen son blogueros de éxito y/o veteranos y saben que lo que no está en la red no está en el mundo.