Ayer se celebró la festividad de la Virgen por excelencia, la Asunción. Es un distingo que siempre me ha parecido curioso. Cristo asciende; la Virgen es asunta. Esto de la perspectiva de género tiene su gracia. De dos supuestos igualmente inverosímiles, esto es, el de ascender y el de ser asunto, el activo corresponde al varón y el pasivo a la hembra.
En todo caso, es una festividad de honda raigambre en el País Vasco. Y,como es el País Vasco, cada cual la celebra a su modo. Leo en Libertad Digital que los dos obispos de Bilbao y San Sebastián han pronunciado homilias muy dispares, que enfadan mucho al periódico y al presidente del PP en Vizcaya, señor Basagoiti, diciendo el uno (Blázquez, en Bilbao) que lo de ETA tiene que acabar ya y el otro (Uriarte, en San Sebastián) que hay que negociar y dialogar. El señor Basagoiti ha metaforizado la situación: "no se puede estar con Dios y con el Diablo", supongo que quiere decir al mismo tiempo porque en distintos momentos eso lo ha hecho hasta la Iglesia. Desde luego, sólo conozco algo peor que el maniqueísmo y es el monotema. No entiendo porqué se consideran incompatibles ambas suposiciones. Si de lo que se trata es de que se acabe ETA, cualquiera de las dos vías es buena, y hasta las dos al mismo tiempo, esto es, persiguiendo a la organización ilegal por todos los medios legales y dialogando siempre que se pueda, y negociando si se tercia, claro que sí.
Asimismo leo en Gara que doscientas personas se manifiestan en San Sebastián para honrar a la Ikurriña y negar (como Pedro a Cristo) la bandera española (Ikurriña bai, espainola ez!), algo muy elaborado. Es una forma también de festejar el día de la Asunción. Otro, que también encuentro en Gara dice que decenas de miles de personas participan en la romería a Begoña. Que estos vascos son muy religiosos, como los andaluces, que también se movilizan mucho por la Virgen.
(La imagen es la Asunción de la Virgen, de Rubens, de 1620, obra de madurez que se encuentra en el Museo de Historia del Arte de Viena).