divendres, 17 d’agost del 2007

Ejpaña se rompe.

Y no te digo nada cómo. A toda velocidad. ¿Pues no quieren los navarros grupo propio en el Congreso? Los navarros de derechas, subrayo, los de la España eterna. Hasta ahora esas desgracias sólo le ocurrían a la izquierda que ya se sabe que es cripto-separatista, pero no a la derecha de Santiago y cierra España. (A propósito, magnífico el lienzo de Juan Carreño de Miranda, titulado Clavijo, de 1660, que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Budapest. Aportación somera a la doctrina de la alianza de civilizaciones). La derecha española es una, grande, libre. Lo cual hace que en Cataluña y el País Vasco haya dos derechas, la española o españolista y la vasquista o catalanista. Pues no parece ser así porque la derecha navarra no es vasquista y mucho menos catalanista y, sin embargo, quiere grupo propio. Algo así como los canarios, también de derechas, también españolistas y con su flamante grupo parlamentario, lo que les permite pasársela hablando de las Canarias. O sea, se rompe Ejpaña, desde el momento en que el bloque de la derecha se fragmenta como un iceberg atacado por un cambio climático.

Y si los navarros se salen con la suya pues, aunque no dispongan de los necesarios cinco diputados, pueden integrarse en el Grupo Mixto, los sociatas van a tenerlo difícil para impedir la formación de un grupo catalán de izquierda en el Congreso como ya lo hay en el Senado. Se quiera o no se quiera, la política española está muy territorializada, condicionada por las circunstancias políticas de diversas CCAA.

No es que se rompa, es que de esa "Ejpaña" en la que piensan los señores Fraga y Bono ya no queda nada. España es ya un ámbito complejo, un mosaico, un ente articulado de difíciles equilibrios. Si los catalanistas (esto es, los burgueses y los radicales/independentistas) no apoyan los presupuestos del Gobierno del PSOE, aunque los últimos gobiernen con los socialistas catalanes, el PSOE tendrá que gobernar con presupuestos prorrogados y tanto más puede darle convocar elecciones anticipadas. A veces son los catalanistas quienes provocan elecciones en todo el Estado. Imaginémosnos que los valencianos y los andaluces siguen el ejemplo de los navarros. Ya hubo de hecho un diputado de derechas de un partido nacionalista valenciano que estaba en el grupo mixto. Esa hecatombe, esa "balcanización" de España que invoca el señor Aznar, cuyo partido contribuye a ello, es prueba de que en España hay que negociar las decisiones políticas, que ya no se pueden imponer desde "Madrid". Ejpaña no se rompe; está rota. Lo que hay es una España articulada, todavía "mal conllevada" pero en la que las provincias se han redimido vistiéndose de CCAA.

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