No se crea que voy a lamentar nuestra mala suerte y triste sino, que no ganamos una ni a tiros. Estoy de acuerdo con la UNESCO en que esta votación no tiene valor. Claro que tampoco me parece que si la hiciera la UNESCO sería más válida. Objeto al hecho en sí de elegir "maravillas" del mundo y más en número de siete. ¿Por qué siete? Entre otras cosas debieran ser seis pues, existiendo aún la pirámide de Gizeh, queda una de las maravillas y, por lo tanto, hoy hay ocho o bien una del mundo antiguo y siete del mundo contemporáneo. Pero nos pongamos como nos pongamos, ocho.
Todo el mundo entiende que el valor estético no puede decidirse por mayoría. Pero eso no importa. Lo que importa es que en algún sitio se diga cuáles son las siete maravillas porque así se podrán confeccionar viajes organizados consistentes en recorrer las siete maravillas del mundo. Y las agencias que los organicen se forran. Es curioso que de las siete que han salido (con cien millones de votantes, el 9% de la población china) seis se encuentren en países en desarrollo o de bajo nivel y sólo una sea del siglo XX. A la hora de pensar en "maravillas", la Humanidad se va a siglos pasados, a veces muy pasados. Uno pensaría que hay otro tipo de maravillas más acordes con los sentimientos que pudieran darse en la era industrial y postindustrial. Se me ocurren varias, la Torre Eiffel, que ha sido candidata, el ferrocarril transiberiano, la carretera Panamericana, el canal de Suez, el de Panamá, alguno de esos puentes increibles que hay por el mundo, el chunnel del Canal de la Mancha, el Voyager, etc. Pero tampoco hay que quedarse ahí, faltan muchas otras posibles maravillas, como los leones alados de Nínive, la piedra Rosetta, los guerreros de Xian, la catedral de Milán o la ciudad de San Petersburgo o Venecia. En fin, práctica inútil. La Humanidad ha ido dejando un rastro de maravillas. Porque ¿qué pasa con la música de Mozart o la gran "conurbation" que es el Este de los EEUU, entre Washington y Nueva York?
En realidad, lo que me llamó la atención es que en suelo español estuviera una de las candidatas con mayores posibilidades. No sé si eso se hace a propuesta de los países o por un comité pero, sea como sea, los españoles nos lo hemos tomado a pechos por lo de la negra honrilla nacional. Todos apoyando la Alhambra. Sin duda, sin duda. Pero la Alhambra es un palacio árabe, es arquitectura, escultura, arte musulmán. Puro. Tiene gracia que la nación en cuyo proceso legiferante creen poder intervenir los obispos católicos vaya de premios internacionales con una muestra pura del más sublime arte nazarí. Los obispos católicos ¿no van a decir nada al respecto? Sin duda la nación española se nutre de diversos veneros y uno de ellos es el árabe y/o musulmán. Por eso el enrocamiento de la jerarquía católica está fuera de la realidad.