dilluns, 2 de juliol del 2007

El partido "Ciudadanos".

El congreso de Ciutadans de este finde ha sido movidito porque en él iba a definirse ideológicamente el partido, asunto de fuste suficiente para amenazar escisión. En el hecho de tomar decisiones en congresos, se nota que Ciutadans es un partido; en el de que los congresos acaben en amenazas de escisión se nota que tiende a la izquierda. Así que los liberales de Luis Bouza-Brey tendrán que encontrar alguna forma de acomodo fuera o dentro. Objetan fuertemente a la definición que se ha impuesto de "centro izquierda". Quien iba a decirlo ¿verdad? Seguro que muchos de los que objetan a la fórmula "centro izquierda" han defendido en algún momento la original teoría de que ya no hay derechas ni izquierdas. Todo es centro, magma, nada.

En todo caso, no entiendo que quepa objetar mucho al "centro izquierda" cuando uno se define a su vez como "liberal progresista". También deben darse aquí cuestiones personales, problemas de roces, de envidias, de proyectos y carreras de cada cual. A saber quién traga y quién no traga a quién. Se trata, no se olvide, de un lugar plagado de intelectuales; rascas en una ponencia y sale un catedrático o un ilustre escritor. Y ya se sabe lo picajosos que son los intelectuales.

Los de Ciutadans están calibrando la posible fusión con el ¡Basta Ya! del señor Savater y éste ya ha dicho que él no quiere ser cargo alguno, sino solamente mantenerse cerca, como asesor o inspirador o musa. Eso es bastante ingenuo. En los partidos o se está dentro o no se está.

Si consiguen poner entre todos a tiempo un partido en pie, será interesante ver qué resultado obtiene en las próximas elecciones generales.