divendres, 4 de maig del 2007

El caballo de Troya de Batasuna.

Lo malo de esta historia de Batasuna es que sea tan previsible. Nadie se sale del guión y la pieza llega a un final sabido. Como el Fiscal General del Estado y la Abogacía de idéntico ente presentaron ayer tropecientas impugnaciones a las listas de ASB y ANV, lxs señorxs de Batasuna, pusieron el grito en el cielo, como acostumbran y lanzaron las habituales amenazas: consecuencias muy graves si la izquierda abertzale no puede estar en las próximas elecciones municipales en el País Vasco. A buen entendedor... Está claro: si no pueden concurrir, viene el primo de la pipa y la dinamita. Para rematar la jugada, por si los españoles -que somos algo lerdos- no nos hubiéramos enterado, el señor Otegi lo puso gentilmente a nuestro alcance: si no pueden estar en las elecciones, él no tendrá argumentos para defender que aquí hay un proceso de paz y convencer a ETA de que deje las armas.

No quiero que nadie se me enfade, que tengo lectorxs muy puntillosxs, pero ¿cómo calificarían Vds. esto? Yo tengo un par de calificativos, pero no voy a utilizarlos de momento para no herir susceptibilidades. Me limitaré a describir la situación y los calificativos lo ponen lxs lectorxs. Luego lo haré yo. Veamos:

I.- Hay una Ley de Partidos mejor o peor (a mí no me gusta), pero que está en vigor y regula algunos requisitos para presentarse a las elecciones.- II. Lxs señorxs de Batasuna deciden que esa ley no reza con ellxs porque no les gusta y que no van a cumplirla.- III. Y aseguran, asimismo, que estarán en las elecciones.- IV. LLegado el momento, recurren a diferentes artilugios para conseguir su objetivo burlando la ley mediante varios caballos de Troya que, en términos jurídicos son "fraude de ley".- V. Cuando el ordenamiento jurídico pone en marcha los mecanismos para que los caballos no entren en Troya, lxs señorxs de Batasuna pasan a las amenazas y se lavan las manos por lo que pueda pasar.


¿Vale? ¿Está claro?

Nada hombre, seguiré sin calificar este comportamiento. Haré una consideración más en profundidad: uno de los caballos de Troya es una organización hibernada que en sus estatutos condena explícitamente la violencia. Es decir, para llevar adelante su terca decisión de no separarse explícitamente de la violencia (obsérvese que no digo de "condenar la violencia", ya que la Ley de Partidos no lo exige) estas gentes se valen de una organización que dice lo que ellas no quieren decir.

Me limitaré a exponer lo que creo que es la visión que de los españoles tienen lxs señorxs de Batasuna: una panda de tontos a los que se puede engañar con un caballo de Troya y, si no se dejan, se les amenaza con el uso de la violencia. Tampoco se crea que el asunto sea tan disparatado. Lo mismo pasó en Troya. Laocoonte advirtió a los troyanos que no llevaran el caballo al interior de la ciudad que era un peligro y, en divina cólera, Poseidón envió una gigantesca serpiente que allí mismo deglutió al perspicaz sacerdote y a sus dios hijos.

Y ahora sí, ahora se puede enjuiciar el empeño: aquí el hipotético castigo no vendrá de la mano de un dios, como Poseidón, sino de unos asesinos. Y los que han planificado la operación no son los inteligentes argivos con Ulises, el de los mil trucos, sino una colección de estólidos racistas.