Me he bajado el Skype y ahora puedo hablar lo que me dé la gana (¡gratis!) con mis hijxs, que están la una en Indiana y el otro en Nebraska (EEUU). Curioso ¿verdad? que un tipo que ha escrito el post anterior tenga dos hijxs en ese país. Pues no solamente eso, sino que profeso una gran admiración por él y me precio de conocerlo bastante bien, de haber viajado mucho por él, de hablar su lengua, estar familiarizado con su literatura, su historia, su organización política y de ser convencido defensor de algunos de los valores más específicamente estadounidenses, como el individualismo, la alta consideración de la iniciativa privada, la capacidad de innovación, la ausencia de prejuicios y el respeto (pero no supeditación) a la tradición. Estoy hablando de los EEUU prístinos, los del Oregon Trail que, por cierto, arrancaba de Nebraska; no de los neocons en su doble sentido estadounidense y francés.
El caso es que, además de charlar con ellxs, pude ver a mis hijxs mientras charlábamos, gracias a la webcam. Ese de la foto es Andrés ayer por la noche en su casa en Gering, Nebraska. Así que mañana salgo escopetado a comprar una webcam cuya utilidad no había visto hasta ahora. Es genial esto de hablar por teléfono (o como si) y verse al mismo tiempo. Aunque, según me dijo Andrés, Skype todavía no acepta el envío simultáneo de imágenes, sino que ha de ser alternado. Como las radios de campaña, "cambio", "cambio", "cambio y corto". Skype permite también mandar mensajes escritos que aparecen en su propia pantalla y tengo idea de que puedes organizar conferencias múltiples, llamando a varias personas al mismo tiempo, pero eso no lo intenté por no montar un quilombo.