Pero nadie más. El Washington Post publica ayer una encuesta, según la cual, Mr. Danger tiene ya a casi dos tercios de sus compatriotas en contra. Si se trata de los que apoyan un cambio de rumbo en el Irak, de acuerdo con las recomendaciones de la comisión Baker, la cantidad asciende al 70%. Eso es lo que se llama popularidad. Debe de ser un record. Y no cabe consolarse con que nadie sea profeta en su tierra porque el pollo es aun menos popular en el extranjero. Yo no sé si la historia llegará a recoger el caso de alguna otra presidencia tan estúpida, criminal e inepta.
Y eso que tiene a Dios de su lado o, por lo menos, hablando con él, según él mismo dijo en cierta ocasión.