divendres, 3 de novembre del 2006

LA (DES)MEMORIA HISTÓRICA


Los amigos de la asociación Exiliados (pinchen, que tiene música) han puesto en marcha una campaña para protestar por el cumplimiento que Correos está dando al mandato legal de emitir sellos que conmemoren que este año de 2006 es el año de "la memoria histórica", según reza la vigente ley 24/2007 de 7 de julio, llamada de declaración del año 2006 como Año de la Memoria Histórica.. Y no les falta razón. Los de Correos, con sentido democrático encomiable, han publicado en su página güeb los distintos modelos de estampillas para que los ciudadanos podamos votar a los dos mejores. Estupendo; aplausos.

Pero lo que denuncia Exiliados con toda razón es que las 10 opciones, aparte de ñoñas (eso es mío), más que cumplir el mandato lo ocultan en una especie de fraude de ley que es fraude de memoria o fomento de desmemoria. Las propuestas, además, son ñoñas y bastante camp. Obsérvese la de arriba, una de ellas, y no se me negará que esos muñecos anónimos, como pequeños autómatas, se parecen a los que fabricaba su creador, Gerd Arnzt, con fines estadísticos. En la izquierda una ilustración sobre las empresas que había en la Unión Soviética en los años 30. Sin embargo, Arnzt, que era un artista, grabador e ilustrador muy de izquierdas, empleaba también sus muñecos para hacer críticas demoledoras del orden social de su tiempo, siempre en los años 30. Como puede verse en el grabado de más abajo, titulado Guerra civil, de 1928, en el que no falta detalle crítico del orden burgués-capitalista (con sus militares, policías, torturadores, magistrados, curas, putas, chulos, profesores, exquisitos artistas, etc) confrontado a la insurrección obrera, una imagen que no era utópica por aquellos años. Arnzt no olvidaba la funcionalidad política de su proceso creativo, como sí pretenden las variantes entre las que los de Correos pretenden que elijamos. Variantes que se limitan a recordar que 2006 es el año de la "memoria histórica", como el que declara que es el de la apoteosis del nabo, porque no hacen referencia a aquello concreto que haya de ser objeto de la memoria. Y eso de la memoria por la memoria misma, sin presencia de lo memorizado, probablemente no satisface ni a los filósofos contemporáneos, quienes, volviendo a Platón como los buenos musulmanes van a La Meca, recuerdan que el humano filosofar es un ejercicio de anamnesis. Filosofar es recordar. Pero, en este caso, recordar ¿qué? Pues la IIª República y la guerra civil, acontecimientos ambos que están espléndidamente ausentes en los modelos de plantillas que expone Correos. Como prolegómeno filosófico (hay que recordar que hay que recordar) está bien. Falta ahora la entraña histórica (¿qué recordar?) que es a su vez la que da sentido a esta ley.

Así que "Exiliados" anima a que protestemos ante las autoridades de correos escribiendo a su buzón de quejas. Esto es, todxs aquellxs que, como un servidor, coincidan con el punto de vista de Exiliados. Quienes no lo hagan también podrán escribir a las autoridades, digo yo, diciendo que sus estampillas son fabulosas. Y también habrá a quien se le dé una higa y le sobre el enlace. Yo lo pongo porque nadie se prive que quiera.




Por último, una consideración respecto al método. Si no he entendido mal, Correos pone a votación las propuestas de plantillas concediendo un voto por ordenador. Eso quiere decir que los ordenadores de los cibercafés sólo podrán votar una vez y el resto de los clientes no podrá hacerlo. Lo cual deja sin voto a mucha gente. Me parece, salvo opinión más convincente, que la única forma de garantizar la igualdad del voto electrónico es disponiendo del censo y haciendo que los votantes se identifiquen. Y entonces se plantean problemas respecto al carácter secreto del voto. Lo mejor será pensárselo un poco más.