Un/a amable lector/a incluye un enlace de You Tube a One Too Many Mornings, un dúo Cash/Dylan, un video grabado en la grabación del disco o por ahí se le anda. Muchas gracias. Merece la pena escucharlo, sobre todo el ostinato del estribillo "For I'm one too many mornings/And a thousand miles behind". La canción estaba en The Times They Are-A-Changing con alguna otra que entonces nos hacía reír y luego ha resultado profética, como With God On Our Side. El lanzamiento del disco coincidió más o menos con el asesinato del Presidente Kennedy y los dos marcaron una época.
No cunda el pánico, que Dios sigue de nuestro lado. Ahora más que nunca, pues estamos prestándole un gran servicio. Leo que la OTAN quiere desplegarse en todo Afganistán, país de infieles, al fin y al cabo, y gran productor de opio. 12.000 soldados más van para allá, parte de los cuales serán españoles. Y todo porque la situación se degrada y porque los militares británicos quieren largarse del Irak más que a paso. Pues si en Afganistán la situación se degrada, en el Irak parece imposible que pueda degradarse más. Ayer otra vez 40 cadáveres con señales de tortura recogidos en las calles de Bagdad. Que un madrileño, un ovetense, un neoyorkino, un berlinés, un ateniense (o unas) piensen en cómo vivirían si sus ciudades amanecieran día tras día con 40, 50, 60 conciudadanos asesinados, despellejados, sin ojos, mutilados. Pero, bueno, Dios sigue de nuestro lado y el señor Bush, a quien habla en persona, según dice él, asegura que en el Irak no hay guerra civil. Así que, tranquilos todos: a Afganistán, a seguir liberando y pacificando, que lo hacemos de cine.
De todas formas buscaré Girl of the North Country Side. Cash estaba mucho mejor, a mi gusto.
"For I'm one too many mornings
And a thousand miles behind".
En otro orden de cosas, que dicen los gestores cuando informan, los españolazos que se dieron cita para lavar la dignidad de la patria mancillada por la garrulería rubianesca, según parece, eran pocos; seguramente selectos, pero pocos. Ganas entran de pedir la intervención de los de El Manifestómetro. Podría ser la primera vez que hicieran realidad su lema de Nunca diremos que sois cinco o seis...salvo si sois cinco o seis. Que levanten acta de la indolencia de un pueblo que no defiende como un solo hombre a la Patria vilipendiada. ¿No fueron los madrileños a ver los toros por la tarde del día en que se supo que se había perdido la guerra de Cuba? Pues así seguimos. Que conste este escarnio: a la gente le importa una higa la dignidad ofendida de la Patria y el señor Rubianes. Y no sé..., me temo...¿cuántos fueron al estreno?
En fin, menos mal que el PP, vigilando por la integridad de España, soezmente mancillada por el señor Rubianes (a quien algunos llaman "Rufianes", en un alarde de ingenio), presentó en su día un recurso de inconstitucionalidad contra el Estatuto de Cataluña. Como también lo ha hecho el Defensor del Pueblo, señor Enrique Múgica, sin duda para demostrar su independencia y autonomía políticas. El alto Tribunal podría acumularlos si es técnicamente viable. Nos ahorraríamos un montón de telediarios.
La aceptación a trámite del recurso del PP ha puesto a los del PP muy contentos y a los del PSOE muy mohínos, pues aquí las decisiones de los tribunales se reciben con pitos y flautas o pitos o flautas, como en las fiestas de los pueblos las decisiones de la autoridad. Claro, el señor Rodríguez Zapatero dice que lo importante es la sentencia. Igual que cuando uno lo lleva crudo en las encuestas dice que "sólo son encuestas" y que lo importante es el día de la votación, como si eso significara algo. Cierto que lo importante es la decisión final, pero mejor sería que las encuestas te fueran favorables o el recurso rechazado.
Porque, si la decisión del Tribunal es contraria a algo del Estatuto, que puede serlo, y según lo que sea, se va a montar un pollo en Cataluña al grito de "¡otra vez la Nueva Planta!" Nueva Planta cuyo bicentenario, vaya hombre, celebramos el año que viene.
Por primera vez he lamentado que en su día se suprimiera la figura del control previo de inconstitucionalidad. Verdad es que, desde la supresión, hemos salido ganando mucho, pues la tendencia del PP a valerse de él a troche y moche era irrefrenable, pero ese control hubiera permitido obviar la situación que puede llegar a producirse ahora si el Tribunal adopta una actitud contraria al Estatuto o a alguna parte de él. Lo importante es la sentencia, dice el señor Rodríguez Zapatero. No lo sabe Vd. bien, Presidente.
"For I'm one too many mornings
And a thousand miles behind".