dimarts, 12 de setembre del 2006

Lo llevamos claro.

EL MUNDO, MÁS SEGURO GRACIAS AL CONSORCIO BBA.

A veces reconforta ver que coincide uno con muchos otros. A veces. Resulta que no es uno tan bicho raro como la imagen que le devuelve el espejo. Ayer opinaba servidor que, a los cinco años del 11-S, el mundo es más inseguro que antes y la situación nada halagüeña. El País trae la curiosa y significativa encuesta de la izquierda. A la altura de las 01:30 de hoy, con 815 respuestas a la pregunta de si creemos que el mundo sea más seguro después del 11-S, el resultado es sorprendente. Prácticamente todo quisque (un 94%) cree que no. La muestra estará muy sesgada, como es lógico, por tratarse de lectores del diario, y éste añade el acostumbrado aviso de que no es una encuesta científica. No, no lo es; pero es representativa de lo que piensa el "lector medio" de El País. Siempre he sentido aversión hacia esa tipificación del medio, que si consumidor medio, turista medio, muerto medio. Es como lo del "españolito de a pie", cuya preposición "a" me repatea por lo servil. Debiera ser "españolito de pie". En realidad, debiera ser "español de pie"; claro que entonces se estaría diciendo otra cosa. En cualquier caso prácticamente todos creen que el mundo es más inseguro. Sería interesante saber qué piensa el lector "medio" del ABC o de El Mundo. Sabemos que lo que piensa la gente y lo que se dé en la realidad son términos coincidentes o no. Y también sabemos, para acabar de liarla con los de la fenomenología del "mundo vital", que a veces la realidad no es más que lo que piensa la gente, que se empeña en imaginar cosas. Sea como sea, hay que felicitar al consorcio de las Azores, los señores Bush, Blair y Aznar, por el exitazo obtenido.


SEGUIMOS TENIENDO UN PROBLEMA.

El profesor Manuel F. Trillo escribe un artículo en el InSurGente sobre Iñaki de Juana Chaos acerca del que también escribí yo un post el mes pasado cuando el señor de Juana llevaba 20 días en huelga de hambre para conseguir su excarcelación. Después de 18 años de reclusión por diversos delitos de sangre, este recluso etarra tendría que haber salido en libertad el 25 de octubre de 2004. Ello no fue así, pues se le instruyó proceso por dos artículos publicados en Gara, en los que se basaba el fiscal para imputarle integración en banda armada y pedir otros 96 años de condena. El 14 de junio de 2006, el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, concluía que los artículos no contenían materia delictiva. La fiscalía, sin embargo, de acuerdo con el Gobierno, recurrió la sentencia. A partir de ahí, el preso tomó la decisión de declararse en huelga de hambre que ha alcanzado el día 35º. El artículo del profesor Trillo, una especie de carta abierta al Ministro de Justicia, es algo recargado, barroco y pelín sentimental. Pero su núcleo básico me parece muy de considerar: este procedimiento trata de prolongar la condena del señor de Juana y hacerla perpetua, quebrantando para ello principios y valores fundamentales del derecho como la seguridad jurídica, la razón misma de ser de aquél.

El señor de Juana fue condenado en su día por diversos asesinatos. Es, pues, un asesino y, en el clima de sensibilidad antiterrorista y antietarra que hay en España, un asesino particularmente odioso. Pero ha cumplido su pena según el ordenamiento vigente en el momento de la condena, y no se le puede retener en prisión arbitrariamente. El profesor Trillo cree que las pruebas del fiscal, los dos artículos de marras, no son constitutivos de delito, en lo que coincide con el juez Pedraz. La decisión de éste, sin embargo, ha quedado en suspenso, pero es imperativo que la superior instancia judicial determine si hay delito o no y motive su decisión. Si alguien quiere leer los artículos, están aquí y se titulan El escudo y Gallizo. Para hacerse una idea. Coincido con el juez Pedraz y el profesor Trillo en que no hay delito. Pero el asunto debe zanjarse cuanto antes para que no parezca que, como dicen los independentistas vascos, el señor De Juana sea un rehén "de los españoles".

No sé cuánto pueda aguantar una persona sin comer, pero sí bebiendo, y tampoco sé si lo que bebe contiene algún tipo de alimento o es sólo agua. Convendría que se publicara un parte médico al respecto, una opinión autorizada, a fin de determinar a ciencia cierta si la huelga es rigurosa y por lo tanto hay un peligro creciente de muerte o, como sostienen muchos detractores del etarra, es un simulacro. En esta materia no puede haber silencio informativo. Sobre todo para que, de ser rigurosa la huelga, cada cual asuma su responsabilidad en el caso de que este hombre muera, el proceso se cancele por causa de muerte del reo y ésta pueda entenderse como una venganza criminal del Estado que, por ello mismo, habrá dejado de ser Estado de derecho.

Siempre se podrá decir que el señor de Juana no es quién para acelerar el augusto paso de la justicia pero me temo que esa cerrazón, por el tiempo transcurrido (va para dos años de cárcel suplementaria justificados o no; de momento, no) y las circunstancias del caso, no será moralmente defendible.