El debate de ayer en TV3 mostró enormes diferencias con el de VilaWeb de hace unos diez días entre los cuatro opciones soberanistas, con el Front Republicà, que aquí falta. Eso debiera justificarse. Está bien que los tres soberanistas protesten por las ausencias de sus líderes encarcelados por motivos políticos. Debieran también protestar por la ausencia del Front Republicà. Al no hacerlo, dan pie a sospechar que tienen un interés electoral no confesable, pues les permite pasar por encima del hecho de que un contrincante esté en inferioridad de condiciones, y eso se llama "juego sucio", cosa que Palinuro detesta y más si lo practican los suyos.
Entre el debate de VilaWeb y el de ayer en TV3 había una diferencia objetiva: en el segundo participaron tres formaciones no soberanistas, PSOE, PP y C's. Por cierto, aquí podría hacerse la misma observación sobre el fair play respecto a VOX, partido cercano y ausente en un debate sobre unas elecciones a las que también se presenta. De esas tres formaciones no soberanistas, las dos de la derecha fueron a todas luces principales responsables del guirigay incomprensible en que discurrió la mayor parte del debate, con momentos a veces de programas de peleas de famosos, de un mal gusto atroz. Sobre todo a cargo de las dos citadas damas quee carecen de la más mínima educación y respeto al prójimo. Tanto Álvarez de Toledo como Arrimadas abrieron fuego con sus primeras palabras con una andanada contra TV3 y el presentador, Vicent Sanchis. Este estuvo gallardamente contenido ante los ataques, los desprecios de las dos representates, incluida la grotesca provocación de Arrimadas con la carta de dimisión.
Sin embargo, quizá estuvo demasiado permisivo con el guirigay de las continuas interrupciones, las vulgaridaades, los desplantes, los gestos despectivos. Las dos representantes de la derecha, carentes de cualquier espíritu constructivo hicieron insoportables discursos de ataque, de confrontación, de destrucción. La del PP con una retórica autocomplaciente y la de C's con otra más callejera, pero las dos pomposas. El buen ánimo del presentador de evitar aburridos monólogos degeneró en una permanente batahola que crispaba los nervios de la audiencia. Cierto, su tarea se vio dificultada por el hecho de que los soberanistas también entraron al trapo y contribuyeron al batiburrrillo. Se les contagió la corrala y a veces se olvidaron de las buenas formas del debate de VilaWeb, el mejor hasta la fecha. El más provechoso para todos.
El de ayer, al menos parte importante de la primera parte, fue útil e informativo, excepto en la primera intervención de Álvarez de Toledo que, lejos de exponer su doctrina, comenzó atacando a todos los demás. Luego, al emplearse la ingenua cuanto peligrosa fórmula de "dialoguen entre ustedes", se abrió fuego graneado y la cosa degeneró lamentablemente.
La imagen final es que se mantiene la unidad independentista, que los Comuns seguirán actuando en la ambigüedad, que los socialistas insistirán en sus propuestas necesitadas de consensos que no pueden conseguir y se verán arrastrados al 155 y que los dos partidos de la derecha solamente buscan pretextos para someter a Catalunya mediante un estado de excepción permanente que lleva incluida la supresión de la autonomía al modo en que Primo de Rivera suprimió la Mancomunidad o Francco el Estatuto catalán. Fuera del escenario, pero contando en la imagen, aparecen los dos partidos que, presentándose a las elecciones, no fueron invitados (Front Republicà y VOX) y el que no se presenta y, por tanto, no fue invitado, la CUP.
Lo de la ambigüedad de los Comuns puede resultarles irritante y suelen protestar por su empleo. Pero la verdad es que, mientras ayer el señor Jaume Assens razonaba muy atinadamente sobre sus coincidencias y discoincidencias con los otros soberanistas, la alcaldesa Colau trataba de dinamitar a gritos en un mitin la unidad de acción de JxC y ERC, llamando a JxC "la derecha corrupta".
La inoperancia del PSOE no mejorará, especialmente si, pudiendo elegir aliados a partir del 28-A, se decide por C's frente a Podemos por temor a verse arrastrado a concesiones que una cámara con presencia de diputados de VOX le combatiría encarnizadamente.
En cuanto a la unidad de acción de los indepes, quedó ayer de manifiesto con las lógicas diferencias de matiz. Ninguno de los dos acepta el proyecto de los Comuns de supeditar la independencia de Catalunya a una hipotética evolución progresiva de España. Las tres propuestas de ERC presentadas por Rufian son puro sentido común: 1) mesa de negociación de todas las fuerzas políticas (algo que podría llamarse una Convención); 2) referéndum de autodeterminación; 3) supresión de todas las causaas represivas en los órdenes administrativo, civil y penal. Esa o muy parecida vía constituye el presupuesto de la unidad de acción que JxC propugna.
La cuestión es qué sucede si esas tres razonables propuestas encuentran un rechazo cerrado del Parlamento español, que ya viene preanunciado en la intervención de Maritxell Batet: mientras haya gobierno socialista no habrá autodeterminación ni independencia.
¿No es entonces la unilateral la única vía?