El PSOE ha impedido con su votos una comisión parlamentaria de investigación sobre la barbarie del 17 de agosto del año pasado en las Ramblas. Así no será posible investigar la implicación del CNI y del Estado español con el imán de Ripoll, supuesto cerebro de los terroristas. Es decir, no se permite despejar la duda de si dicho atentado no habría sido obra del mismo Estado español en su guerra sucia contra Catalunya. Y, como no se permite salir de dudas, se sale por lo más probable y cualquiera puede pensar que ese atentado fue obra de los servicios secretos españoles para sembrar el caos en Catalunya. Además, el conseller de Interior, Joaquim Forn y el mayor de los Mossos, Trapero, los dos que triunfaron sobre los terroristas están siendo perseguidos (uno en la cárcel y el otro procesado) por ese mismo Estado y sus jueces de pacotilla. En cambio, acuden al acto los responsables de la represión: el rey y su actual bufón, Sánchez.
Se merecen el vacío más absoluto o una protesta pacífica pero bien sonora. Y a ver si son capaces de darla por la TVE, ahora que dicen que ya no son la maquinaria de agitprop de la banda de ladrones.