dimarts, 24 d’abril del 2018

Gràcies!

Viure una diada de Sant Jordi és un privilegi. No descubro nada, ya lo sé, pero dejo constancia de mi agradecimiento. A los/as lectoras de Palinuro en primer lugar, que hicieron cola para la firma. Breves instantes: sonrisa, libro, nombre, firma, fugaz comentario (hay que dejar paso a los demás), una noticia, una identificación, quizá una historia del pasado, familiar, una emoción, una sonrisa, una foto. Queda un sentimiento grato, que va creciendo y creciendo, a lo largo del día, brillante, soleado. De parada en parada, más lectores/as con sus sonrisas, sus rosas, sus manos que se quedan en las tuyas. Y tú no puedes olvidar que firmas libros para ausentes porque la fiesta es también regalo y muchos compran los libros para regalar. Un desfile de padres, madres, hermanos, maridos, esposas, hijos, amigos, evocados con dos trazos apresurados: no puede venir, está trabajando (este Sant Jordi es laborable), vive en otro lugar, es una sorpresa. Al final hay una red de cercanía múltiple a la que cumple decir: gràcies!

Y también a todos/as las paseantes que abarrotan las ramblas, con las rosas encelofanadas y sus bolsas con un libro, mirando las paradas, hojeando aquí y allá las publicaciones. En este día, según parece, editoriales y librerías facturan entre un 35 y un 40% del total del año. Negocio y solidaridad. Muchos, muchísimos lazos amarillos, camisetas, pañuelos, gorras, todo de amarillo pacífico.

Y satisfacción personal. España quedó atrás quedó muy delante; tercero en ventas en castellano y no ficción. El editor (Ara Llibres) estaba encantado. Tenía dos autores en primera fila: Jordi Borràs, con Dies que duraran anys y servidor. Y el dire de mi periódico, Salvador Cot (elMón.cat), tuiteaba enardecido que tenía a cinco de sus periodistas entre los triunfadores de la jornada: Jordi Borràs, Quico Sallés, Martí Gironell, Palinuro y Liz Castro.

Doncs això, gràcies a tots. Seguim.