Los cuatro aspirantes a la presidencia del gobierno, todos varones comprometidos con la igualdad de género reciben los resultados del barómetro del CIS y su cocina con la mejor sonrisa. Las de C's y el PSOE son radiantes; la del PP torcida; y la de Podemos, de cartón piedra. Está claro: el electorado quiere caras, propuestas nuevas. Rivera y Sánchez lo son, al menos tanto como pueden serlo dos profesionales de la política con diez o doce años de veteranía. Rajoy es lo viejo renovado y algo de lo que la opinión está harta, como se prueba por la bajísima popularidad de Rajoy. Iglesias, lo nuevo avejentado a marchas forzadas con muy pobre valoración popular también. ¿Qué pueden haber hecho mal para que, habiendo salido al "sorpasso" del PSOE, se hayan visto sorpasados por C's? Interesante tema de reflexión. ¿Qué pueden haber hecho mal para ganarse esa imagen viejuna siendo los únicos nuevos reales?
La pugna parece ser entre C's y PSOE que, además de presentarse como nuevos, aun no siéndolo, rentabilizan el siempre ubérrimo campo del centro político. Al menos con mayores visos de verosimilitud que los dos supuestos extremos de Podemos por un lado y el PP por el otro que, además, arrastra el estigma del desastre.
Pero tiene la mayor expectativa de voto, si bien no la más alta intención, pues le pasan por delante el PSOE y C's. Podemos se queda en el furgón de cola de esta importante magnitud.
En todo caso, recuérdese que si la utilidad de los sondeos en tiempos tranquilos es dudosa, en tiempos intranquilos como estos tiende a cero. Sobre todo teniendo en cuenta que la política en España hoy se hace en Cataluña.