Gràcia, uno de los barrios de más acusada personalidad en una ciudad llena de ellos. Viernes por la tarde, un auditorio completo, aforo a rebosar, un público entusiasta, movilizado por esos incansables trabajadores que componen la Assemblea Nacional Catalana. Edad media, elevada. Ese es un problema que la ANC y otras entidades independentistas habrán de encarar, esto es, el de cómo movilizar a la gente joven. No basta con llenar las calles una vez al año durante la Diada, sino que se precisa involucrarla en un trabajo cotidiano, callado, continuo y no tan entretenido, pero imprescindible. Habrá que ver qué hacen otros que tienen resuelta esa carencia, como la CUP, y tomar ejemplo. Para ello lo más acertado parece ser dar protagonismo a los jóvenes. Pero eso no es tan fácil en una organización que pretende ser del conjunto de la sociedad y no excluir a los mayores. Precisamente por eso se requiere lucir imaginación.
En cuanto a la conferencia, consistió en una exposición sobre esta coincidencia del vacío de poder político en España con la efervescencia independentista en Cataluña. Aunque pueda parecer una situación óptima, quizá no lo sea tanto si tomamos en consideración que los últimos sondeos hablan de un relativo descenso del espíritu independentista. Son muchos los factores que han de tomarse en consideración: la suma de fuerzas políticas en Cataluña, su grado de cohesión, la capacidad de respuesta del Estado, las posibilidades de la reacción catalana y el impacto de la actitud de la comunidad internacional. De todo ello se habla en la conferencia.
Luego hubo un turno de preguntas y respuestas en el que se trataron muchos otros asuntos adyacentes en un tono más distendido. Está todo recogido en el vídeo.