dilluns, 9 de setembre del 2013

El nuevo Palinuro ya está en la calle.


Para delectación general, con nuevo formato interactivo, mucho más ágil y entretenido. Con una interfaz motivadora en la que se salpimentan las distintas secciones de la página: política, economía, cultura, arte, asuntos internacionales, pensamiento, controversia, cine, literatura, etc. La aventura palinúrica sigue su curso, animada por el notable eco alcanzado hasta la fecha, la aceptación y benevolencia del amable público, su alcance nacional e internacional y su apreciable difusión. Para todos los momentos del día: la mañana de brega, la tarde de reflexión y la noche de ensueño, Palinuro está siempre al alcance de la mano, con lo más reciente y lo más perenne.

Y todo ello desde la más insobornable independencia de criterio. Palinuro no se vende, aunque no le falten ofertas de compra. No tiene hipoteca política, empresarial, religiosa alguna. Se rige solo por una mezcla de espíritu artúrico y código del bushido o, sea, la moral caballeresca aceptada por las naciones civilizadas y no civilizadas del planeta, que se basa en dos reglas de oro: la palabra del caballero es sagrada y no se hace a los demás lo que uno no quiera para sí. Palinuro no hace ni pide concesiones, no entra en cuadra, escuadra, grupo, partido o asociación algunos. No obedece órdenes. Ni las da. Es un territorio libre, abierto a tod@s y que solo espera de ell@s comportamiento similar, regido por la norma de San Francisco: "cuando te vayas de aquí, deja todo como lo encontraste."

Sobrevivirán los dos formatos, el Palinuro antiguo y el moderno, por supuesto. Pero, ya cabe entrar en el nuevo, que se actualiza con la misma frecuencia del antiguo, aunque espero que suceda a ustedes como al propio Palinuro, quien cada vez se encuentra más a gusto en el nuevo formato. Un exitazo de diseño que he de agradecer a mi amigo Pedro desde su admirable página de Publicoscopia, a la que considero tan mía como el propio Palinuro

Bienvenid@s. Están ustedes en su casa.