¿En dónde empieza y en dónde acaba la responsabilidad de los gestores políticos? Quienes pusieron en marcha la burbuja inmobiliaria de los noventa, el PP, y quienes luego, pudiendo, no la desinflaron, el PSOE, son responsables de esta tragedia nacional que, por ahora, se condensa en tres puntos: 400.000 desahucios ejecutados en cuatro años; tres muertes por suicidio; 100.000 desahucios más pendientes.¿Cuántos suicidios más?
Es cierto que casi todos los desahuciados firmaron hipotecas a las que luego no podrían hacer frente y que, en estricta aplicación de la ley (por lo demás dickensianamente injusta) son los únicos responsables de lo que les sucede. Verdad es asimismo que, en los años dulces de bajos intereses y cuasi pleno empleo, los bancos sedujeron a todo el mundo, incluso personas ya entonces insolventes, para que se entramparan y que esa seducción es normalmente muy difícil de resistir. Y también lo es que los bancos nos metieron a todos en esta crisis bestial por su infinita codicia. Pero es verdad, al final, el único responsable de lo que te sucede con un crédito eres tú por haberlo tomado. Tiene razón, por tanto María Antonia Trujillo, exministra del PSOE al decir que las deudas hay que pagarlas y "no haberse endeudado". Tiene razón, pero no tiene sensibilidad ni entrañas. ¿Y esta mujer fue ministra del PSOE? Claro, así está el PSOE.
Porque hay más asuntos en el tintero: las prácticas impropias, sucias, ilegales, estafadoras de los bancos provocaron la crisis actual. Esta crisis se llevó por delante millones de empleos, trajo la ruina general y el endeudamiento que nos ahoga y cercenó las posibilidades de que cientos de miles de hipotecados pudieran hacer frente a los pagos mensuales al quedarse sin trabajo. Así que la responsabilidad no es enteramente suya, pues no controlaban los mecanismos de política económica.
La responsabilidad primera fue de los bancos por sus prácticas fraudulentas; esos mismos bancos que ahora chupan dineros públicos sin tasa que podían aliviar la situación de los más desfavorecidos y a los que, sin embargo, desahucian solo para agravar los problemas de todos, empezando por los de ellos mismos.
Pero, sobre todo, la responsabilidad es de los políticos que, pudiendo legislar para que nada de esto sucediera, no lo hicieron y siguen sin hacerlo porque no gobiernan para la gente sino para los bancos. Todos. Los del PSOE también, como se ha visto hasta la fecha. Son sus deudores, les deben mucho dinero, reciben trato de favor, tienen privilegios, corruptelas, participación directa o indirecta en las estafas bancarias (solo el ejemplo de Bankia dará para un curso monográfico) y la gente, que se busque la vida como le recomienda esa exministra socialista, Trujillo a quien Palinuro desea que jamás se encuentre en una situación como la que con tanta carencia de piedad y de sentimiento socialista juzga.
Así las cosas, ¿cuánto tardará en estallar la indignación popular y en llevarse todo por delante de forma que sean los ricos los que salten por las ventanas o los hagan saltar como ellos hacen hoy con los pobres?