a) si, con todo lo que está pasando, con cerca de seis millones de parados, más millones de trabajadores precarios, desprotección absoluta de los empleados, carencia de derechos, prepotencia del poder, violencia represiva cuasifascista de las autoridades de orden público, amenazas sin parar de los gobernantes, empleo de agentes provocadores o sea, de delincuentes, para criminalizar a la oposición, chantaje, cerrada campaña de mentiras e insultos de los propagandistas a sueldo (altísimo) de los gobernantes; si, con todos los factores en contra, ha habido huelga -y qué huelga- el triunfo ha sido total.
b) Objetivamente hablando la jornada ha sido una de absoluta disrupción de la vida cotidiana del país: todos los puertos de mar, cerrados; la industria, parada; los europuertos, a menos del 50% (700 vuelos cancelados en el de Barajas), el comercio a medio gas, cortes de tráfico en todas las capitales importantes de España, cargas policiales abusivas (bien claro ha quedado cómo los policías defienden los intereses del patrón, no de la gente), docenas de herid@s, detenid@s, etc., grandes centros de distribución (mercamadrid, mercamálaga, mercabarcelona, etc) cerrados a con alteraciones, disturbios en las cocheras de las grandes ciudades, grandes almacenes y bancos, blindados. Todo ello quiere decir que la huelga ha sido un éxito.
Cuando, frente a todo esto, el gobierno afirma que la situación es de normalidad hace lo único que sabe hacer: mentir y tomarnos a todos por idiotas, como lo es él. Trata de disimular esta mentira visible para quien se dé una vuelta por las calles de cualquier ciudad de España, falsificando datos y haciendo todo tipo de trampas. Por ejemplo, todos los organismos públicos, ayuntamientos, etc, han mantenido encendido el alumbrado público a plena luz del día con el fin de falsear los datos del consumo eléctrico, despilfarrando el dinero público en provecho propio. Es deir, robando, como hacen siempre. Eso es lo único que este gobierno hace bien: mentir, engañar, falsificar la realidad. A ello le ayuda la tropa de propagandistas a sueldo (muchos chupando del erario público o pura mamandurria de las que Aguirre reparte entre sus client@s si son fieles, aunque no tengan el graduado escolar) encargados de atacar la huelga y seguir mintiendo sobre ella, sus perr@s mediátic@s.
Ese monumento a la mentira y la ineptitud que es Rajoy ya ha hecho saber que no piensa variar un ápice su desatentada política y el amigo De Guindos ha dicho la habitual sinsorgada del gobernante tiránico: mi política es la única posible. Con todo, está claro que dos huelgas generales en un año han dejado tocado del ala al registrador de la propiedad y que la guerra interna en su partido para tratar de sustituirlo por alguien que sepa lo que hace antes de que el país se hunda del todo ha comenzado.
Ahora estamos en las manifas porque la cosa no ha terminado todavía. Seguiremos hablando.
Salud.