No conocemos el discurso/informe de Rubalcaba al Comité Federal (CF) porque fue huis clos, pero sabemos de sus líneas generales porque ayer nos informaron Elena Valenciano y el propio secretario general. Estuvo bien que los sociatas evitaran dar el espectáculo de una única voz y ofrecieran dos. Es verdad que en todo coincidentes. Pero la coincidencia parece haber sido la tónica general de este CF, dando con ello pábulo a la celebrada teoría de Molinas sobre la clase extractiva.
En síntesis, la dirección del PSOE da por cancelada una etapa de oposición presta a la colaboración con el gobierno pero permanentemente ignorada o rechazada. "Hasta aquí hemos llegado", proclama Valenciano. La responsabilidad es toda del PP. Ya no habrá más propuestas de concertación. O quizá sí, parece sugerir luego Rubalcaba, siempre más posibilista. Pero, desde ya se presentan las propuestas alternativas a las del PP para salir de la crisis formulando una oposición creíble.
En todo caso, parece haberse producido una reacción en el PSOE ante la radicalización y la polarización de la sociedad y la inquietud y la exigencia de su propia militancia de que se hiciera visible, se manifestara, presentara propuestas concretas. Estas parece que están de camino y su eje principal, según se anuncia, es una reforma fiscal que grave las grandes fortunas y las SICAVs; más o menos, estilo Hollande.
Hay una réplica frecuente a este tipo de propuestas del PSOE ahora: ¿por qué no lo hicisteis cuando estabais en el gobierno? Pregunta difícil de contestar. Y aun hay otra más difícil: ¿por qué habéis tardado casi un año en formularlas?
En todo caso, pelillos a la mar. Lo decisivo es que el PSOE reaparece en escena como partido de oposición, pidiendo disculpas por lo mal que lo hizo antes y prometiendo que ahora lo hará mejor. En todo caso, mejor que los gobernantes actuales. En definitiva, ha entendido el mensaje y promete actuar en consecuencia. No hay por qué no concederle el beneficio de la duda. Ni por qué regatear sugerencias. Por ejemplo, no estaría de más que el PSOE aclarara su posicion respecto a la propuesta federalista que vienen haciendo los del PSC.
De otro lado, la prueba del nueve serán los próximos barómetros de Metroscopia, el CIS, etc. Esos medirán el impacto de este risorgimento del PSOE y, por ende, las perspectivas de Rubalcaba. El dictamen frío de los números es apabullante y sobrevolaba el ambiente del CF tanto más claramente cuanto que nadie lo mencionó. Si después de este cambio de guardia Rubalcaba cosecha igual intención de voto y proporción de gente que no confía en él quizá deba pensarse su decisión.
Por supuesto, no es infrecuente escuchar en circunstancias similares que el candidato está decidido a vencer las encuestas. Es su derecho y lo ejerce. Lo que sucede es que pasarse tres años venciendo encuestas puede ser fatigoso.
(La imagen es una foto de Rubalcaba38, bajo licencia Creative Commons).