Quien quiera divertirse un rato y reír de buena gana, que vaya a ver esta peli que aquí se titula Vacaciones de Ferragosto porque deja incólume lo que requiere explicación a ojos españoles, que es el término Ferragosto. Para mantenerlo, hubieran hecho mejor traduciendo el título original como se debe El almuerzo de Ferragosto.
Esta comedia de Gianni di Gregorio, es una mezcla de "nuevo cine italiano" y viejo neorralismo. Un don nadie de mediana edad, Gianni, magníicamente interpretado por el mismo Di Gregorio, sin trabajo ni oficio conocido, que habita con su madre viuda en el viejo caserón de alquiler en el centro de Roma cuyos gastos, sin embargo, hace años que no paga, ha de quedarse en la capital un 15 de agosto (ferragosto) porque no tiene con quién dejar a su anciana madre. Tampoco hubiera podido ir a ninún sitio porque está sin blanca. El caso es que, presionado por el administrador de la casa, que le recuerda sus ingentes deudas, se ve obligado a quedarse en tan señaladas fiestas también con la madre del propio administrador y una tía ya que él debe ir con la familia a un balneario al que su madre no quiere ir. En realidad se va un par de días con una jovencita. Cuando Gianni empieza a hacerse a la idea de pasar el ferragosto encerrado en su casa con tres viejas, héteme aquí que viene su médico de cabecera, le hace un rápido reconocimiento y le pide por favor que se haga cargo también de su mamma, ya que él tiene guardia en el hospital.
La película son las vicisitudes de Gianni, encerrado un 14/15 de agosto en casa con cuatro viejas que no se conocen entre sí pero que acabarán haciéndose grandes amigas y pasando una estupenda noche de fiesta.
El pobre Gianni, quien anega su fatalismo en buen vino blanco tiene que hacer la cena de las ancianas y acostarlas. Al día siguiente habrá varios conflictos en marcha que dejarán a Gianni exhausto pero que nos permiten ver el carácter de cada una de las cuatro viejas, trazado con una concisión, una sobriedad, elegancia y maestría muy poco habituales: todo a base de incesantes travellings y planos cortos que se suceden sin parar (en claro contraste con un arranque de cámara fija preponderante) y componen unos escenarios llenos de vida. Como están los cuatro personajes, a los que el director saca en primeros planos crudelísimos, con sus arrugas, sus pelos, pellejos, todo y, sin embargo, las cuatro acaban resultando muy simpáticas: la madre de Gianni, un remedo italiano de Gloria Swanson en Sunset bulevard, llena de afeites; la madre del administrador, una ligona casquivana; la tía del mismo, una aburrida abuelita simple que sólo habla de la pasta al forno y la madre del médico, condenada por este a dietas severas y que padece bulimia de pasta al forno precisamente. Y Gianni tratando de sobrevivir, cosa que consigue cuando, al final, las viejas lo compran.
Es una peli verdaderamente agradable.