Simpático gesto este de Iñaki y Ángel Gabilondo ayer en la Cuatro. La entrevista estuvo muy bien y se ve que los dos hermanos se aprecian. Por lo menos quedó claro que Iñaki quiere mucho al profesor; éste es menos espontáneo, como buen profesor, y está acostumbrado a hablar sin que lo interrumpan, con lo que a veces liga verdaderas melopeas de escaso sentido. Pero no era de sentido de lo que iba la entrevista sino de emociones y sentimientos e Iñaki, que es un peso pesado y más pesado, me parece, que el catedrático de Metafísica, no se le fue nada de las manos y dominó en todo momento.