divendres, 3 d’abril del 2009

G 20: cuando llegue noviembre.

(De mi corresponsal Dick Fuckeveryone).

Querido Palinuro: no puedes imaginarte cómo está Londres. Nunca había visto yo nada igual desde el jubileo de la Reina Victoria, que recuerdo con particular ternura. Después de la jamboree de ayer, la tamburrada de hoy. Todos encantados de haberse conocido y de ser tan decisivos, contundentes, eficaces... ¿Qué más quieres, Saelices? Todos a comer perdices. Llegan los del G 20, se reúnen con la Reina de Corazones que están todos que levitan y en un pispás arreglan el mundo, montan un nuevo orden internacional, el nuevo Bretton Woods, la repanocha, tío. Mira las primeras de los diarios de hoy. Seguro que vienen todas clarines al viento. Este Gran Jefe Yeswecan tiene una capacidad para la publicidad y la escenografía que no deja juicio crítico con cabeza. Y llega luego el edecán, Gordon Brown, con esa cara de alumno aplicado y un poco bruto y el mundo respira tranquilo, viendo en qué buenas manos estamos. ¡Peazo líderes, Palinuro! Hasta Hernández y Fernández han salido como mesmerizados, con los ojos con burbujitas hablando de una nueva era de la humanidad. Santo cielo. Y el grumete Rodríguez, tan feliz de haber forjado un acuerdo, mediando entre el Gran Jefe Yeswecan con su edecán y Hernández y Fernández, él que no habla ni potato de inglés. En fin, maravilloso. Tan genial que hasta los alternativos se han rendido a esa grandiosa exhibición de autoridad, eficacia y genialidad y lejos de armar algún buen Cristo, han ido diluyéndose en la jornada, habiendo comprendido que no tienen nada que hacer contra esa poderosa maquinaria de propaganda que ha arrasado todo a su paso a base de vomitar cientos, miles de millones, billones, trillones de dólares. La órdiga, tú. Casi es incomprensible cómo había crisis cuando el personal estaba tan forrado.

Al grano, Palinuro, que luego me llaman incendiario y poco constructivo. Todos los glosadores de la jamboree cum tamborrada dan la murga con que esta cumbre, a diferencia de la anterior de Washington, que fue pura palabrería, ha fijado compromisos concretos, firmes, dado pasos claros, puesto en pie mecanismos específicos que pondrán fin a la lamentable situación. Así que todos, el Edecán, el Grumete..., ya ven que la crisis toca fondo y, de aquí en adelante, nada hombre, Jauja y vuelta al capitalismo pero, eso sí, corregido, moralizado, perfeccionado, hecho eficaz; no más sinvergüenzas y ladrones. Jesús, Jesús.

Primero, la pasta: un billon y pico de $ (ya no recuerdo si es el billón gringo o el europeo pero, a estas alturas, ya da igual), para el Fondo Monetario Internacional que, como lo hizo tan bien en el pasado obligando a los Estados prestatarios a liquidar el gasto social, desmantelar el estado del bienestar y desregular, se lleva un premio por buen chico y para que siga por ese camino tan acertado. Un exitazo de la nueva cara del nuevo capitalismo. La Organización Mundial del Comercio, otro organismo que se desvive por los pobres y desheredados de este mundo, se lleva una mordida de 250.000 millones de dólares para, dicen, "fomentar el comercio mundial". Entre tanto, la ronda Doha sigue parada y como algunos de los perjudicados por ello han preguntado (hay que ver qué impertinentes son los pobres) les han dicho que en noviembre habrá revisión y, para entonces, culminará la ronda. Entretanto, 100.000 millones (un pastón pero menos; pedrea) para los más que no tienen en dónde caerse muertos a través de los Bancos Multilaterales de Desarrollo de los que, en realidad, no se fía el señorito.

El edecán y algún otro político influyente regalaba hoy titulares a una prensa ya medio borracha de sentido histórico: esto es un nuevo Plan Marshall y los chicos ya lo están diciendo por ahí, cuando no tiene nada que ver con él en nada. Los 12.000 millones de dólares del plan Marshall fueron para reconstrucción de países devastados por la guerra y los administró la entonces OECE, es decir, los gobiernos interesados. Estos fondos los administra el FMI, o sea, el patrón, que no es lo mismo ni de lejos.

Plan Marshall o no plan Marshall, el G 20 ha nombrado sheriff nuevo en OK Corral: el Consejo de Estabilidad Financiera. En realidad ha cambiado la estrella de camisa porque este Consejo sustituye al Foro de Estabilidad Financiera, creado en Washington y que, en el ínterín, no ha hecho nada. Ya veremos lo que hace éste. Tenemos hasta noviembre para comprobarlo. Aunque no lo creas, Pali, me parecen medidas muy acertadas, que había que haber tomado antes y de verdad, no con foros o consejos sino con un órgano eficaz mundial dotado de fuerza coactiva. No ha pasado ni pasará de inmediato, así que la tamburrada, a beneficio de inventario. Cmo el caso que le han hecho a la brillante idea de los chinos de crear una moneda internacional distinta del dólar. A los chinos, que ya están hartos de financiar el desastre gringo a base de comprar sus comatosos dólares los han apoyado los indios. Entre los dos suman dos mil quinientos millones de personas, o sea el cuarenta por ciento de la población del planeta. ¿Alguien los ha escuchado? Ni Dios, como si el cuarenta por ciento del planeta no hubiera dicho nada.

¡Ah! Y ¿qué me dices de los paraísos fiscales? Ahí sí que el G 20 ha enseñado los dientes a esta sarta de mangantes. Hernández y Fernández, que traían el firme propósito de acabar con la lacra infame, al igual que el grumete Rodríguez, se vuelven a casa encantados. ¡Mano dura con los paraísos fiscales! Los van a poner en una lista pública con consecuencias terribles si incumplen, ya se sabe. Pues, ¿no dice el edecán que esto es "el comienzo del fin de los paraísos fiscales"?

La verdad es que, si Gordon Brown quisiera terminar con los paraísos fiscales podría haberlo hecho hace tiempo. En el cuadro adjunto puede verse que, de los treinta y dos paraísos fiscales en la última lista (de marzo) de la OCDE, ocho (la cuarta parte) son territorios de ultramar ingleses, entre ellos el de las Islas Caimán en donde radican diez mil hedge funds. Se admiten apuestas: el edecán no sabía que tres de los mayores paraísos fiscales bajo su mando están aquí mismo, en Europa (Jersey, Guernsey y Gibraltar) o, como buen escocés, le encanta quedarse con el personal. De los otros paraísos fiscales (ya sabes, Pali, lugares en lo que se lava dinero del narcotrafíco y de lo que sea y en los que se evaden impuestos, se especula y se cometen delitos), de los otros, digo, dos son holandeses y otros dos están bajo soberanía neozelandesa. Los demás son países "independientes" como Mónaco, San Marino o Panamá y alguno está bajo cosoberanía española, como Andorra y no sólo española sino episcopal. Junto a los paraísos fiscales figuran "otros centros financieros" en los que rige el secreto bancario. Una somera ojeada muestra que estos otros "centros financieros" (que son también paraísos, aunque algo menos) hay hasta países de la Unión Europea. ¿Qué diantres pinta en Londres el señor Durao Barroso pidiendo el fin del secreto bancario en representación de Bélgica y Luxemburgo? No te preocupes, Pal, que no hablaré de hipocresía. No creo que llegue ni a eso. Es que, en el fondo, les da todo igual porque saben que, si ofrecen un buen espectáculo y ponen a la squaw del Gran Jefe Yeswecan a lucir modelitos, el sufrido pueblo no hará preguntas.

De todas formas, esperemos a noviembre que a lo mejor esta jamboree cum tamburrada ha conseguido salvar al capitalismo. De momento, las bolsas han pegado fenomenal rebote. Claro que tampoco eso es suficientemente significativo: las bolsas se nutren de dinero fresco como los vampiros de sangre también fresca, pero, al igual que estos, eso no quiere decir que estén vivas.

Salud, Pali, Londres es una fiesta.

(Las imágenes son sendas fotos London Summit (1) y London Summit (2), bajo licencia de Creative Commons).