dilluns, 23 de març del 2009

Tutti a casa.

En 1960 se estrenaba una extraordinaria película de Luigi Comencini interpretada por Alberto Sordi, Eduardo de Filippo y Serge Reggiani entre otros llamada Tutti a casa. Después del armisticio en 1943, el ejército fascista italiano se desmorona y comienza la desbandada al grito de ¡todos a casa! El subteniente Alberto Innozenci (Sordi) y el soldado Ceccarelli (Reggiani) tienen que cruzar Italia de Norte a Sur en medio de los combates entre guerrilleros, alemanes, italianos de la República de Saló y estadounidenses, y la historia es un prodigio de delicadeza, humor, drama y hasta tragedia en aquella locura del crollo.

La cómica seriedad con que la ministra Chacón (que debe de creer que lo suyo es hablar con el adusto porte de un dragón de la Reina) soltó lo de "Misión cumplida. Volvemos a casa" me trajo la peli de Sordi a la memoria. En 1960 la señora Chacón no había nacido y da la impresión de que en 2009 acaba de hacerlo porque, al margen de que uno pueda pensar que el repliegue de Kosovo sea correcto, el modo de anunciarlo ha sido una chapuza peor que la de la peli de Sordi y sin sus elementos dramáticos.

Por lo visto la señora Chacón ignora que, cuando se está en una alianza militar, hay que consultar antes con los aliados las decisiones estratégicas, so pena de quedar uno como un auténtico lunático. Ignora asimismo que las decisiones militares con repercusión internacional han de coordinarse con el Ministerio de Asuntos Exteriores so pena de quedar como un pirao.

Esos inconvenientes, que ya le han señalado los periódicos son, sin embargo, menores. Lo verdaderamente grave, lo rayano en la estupidez o en algo peor, es el catástrófico efecto que esta atolondrada decisión tiene retrospectivamente sobre la de retirar las tropas del Irak hace cinco años porque ahora cabe decir que aquella no fue una seria medida política que devolvía a España su dignidad sino que los españoles son así: volubles, inconstantes, gentes de las que no cabe fiarse porque, sin previo aviso, dan la espantada en las acciones comunes.

He oído que esta señora puede ser la próxima presidenta del Gobierno de España. Madre mía.