¿Hay alguien en el PP que no espíe o sea espiado o ambas cosas a la vez? Según revela hoy El País, la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) no alberga(ba) solamente una organización de espionaje sino... ¡tres!, mal avenidas entre sí y dedicadas la mayor parte del tiempo, al parecer, a vigilarse recíprocamente, sin perjuicio de otras chapucillas de seguimientos por los recovecos orgánicos del partido conservador. Y, por cierto, por lo que se lee en las informaciones, nutridas de verdaderos desechos de tienta en esto del espionaje.
Según van conociéndose los hechos de esta astracanada detectivesca que más que género negro parece marrón, las actitudes, ayer arrogantes, desafiantes y un pelín chulescas de los responsables políticos, van tornándose hacia la preocupación, el sobresalto y hasta el sollozo. ¿Pues no dice doña Esperanza Aguirre ahora que es una víctima y que políticamente van por ella? Lástima que esta aseveración merezca el mismo crédito que el monstruo del lago Ness. La victimaria que jalonó su carrera de víctimas reales, la que aniquiló a los sociatas en la CAM mediante el tamayazo, la que truncó sin piedad las ingenuas aspiraciones del señor Gallardón en repetidas ocasiones, la que ha tenido al señor Rajoy en una jaculatoria perpetua, la que se enfrenta al Gobierno de España día sí, día no, la que ha entrado a saco en el patrimonio colectivo de los madrileños privatizando en beneficio de los leales ¿dice ahora que es una víctima? ¿Espera que alguien la crea?
Seguramente alguno habrá. Sin ir más lejos, sus leales medios de comunicación a los que ha faltado tiempo para desenterrar otras actividades de espionaje en otros ámbitos del PP con encomiable sentido de la justicia distributiva. Así, Intereconomía, empresa privada de propaganda neocon en Madrid, afirma que el Alcalde de la capital tiene un servicio de inteligencia idéntico al de la comunidad.
Según El Mundo, quien se ha dedicado a espiar en Madrid ha sido la sede central del partido en la calle Génova y en concreto otro personaje verdaderamente pintoresco que emerge ahora de las sombras, fue tesorero del PP, según propia confesión "policía honorario" (¿qué diablos es eso?) y mano derecha de don Mariano Rajoy. Mira tú por dónde entramos en un brumoso y opaco lío que es el territorio en que gusta moverse El Mundo con alguaciles alguacilados, terroristas aterrorizados y espías espiados
Tiempo ha faltado al popular locutor de la COPE para adjudicar al hipotético chiringuito de espionaje de la calle Génova la siniestra condición jurídica de checa. Sí señor, a las cosas por su nombre y para qué andarse con pamplinas y rodeos. La tímida "Maricomplejines" resultó ser un cruce de los siniestros Beria y Vichinsky en cosa de horas por necesidades del guión. Y los oyentes, por cierto, a cambiar el chip al paso de la oca.
El mismo celebérrimo locutor en nómina del obispado acusa a un antiguo consejero de la CAM y actual fiel del señor Rajoy, el señor Alfredo Prada, un espiado más que denuncia o un denunciante más que espía, pues ya me pierdo en la madeja, lo acusa, digo, de haber tramado la muerte de la señora Aguirre y el señor Rajoy en un accidente de helicóptero cuando era responsable de seguridad de la CAM. No parece muy verosímil que el tal señor Prada tratara de deshacerse de una tacada de su jefa entonces y quien sería su jefe posterior pero lo que se me hace seguro es que el señor locutor va a encontrarse con otra querella por injurias y calumnias con lo que es probable que acabe pasando más tiempo en los tribunales que ante el micrófono.
No se dirá que este asunto no tenga un tufo indiscutiblemente español por lo liado, incomprensible, cutre, chapuza y de verdaderos besugos. Muchos, yo mismo en un principio, empezaron recordando el caso Watergate. Nequáquam: esto es el espionaje de Puerto Hurraco. En un típico ataque de demencia los protagonistas han decidido poner en marcha a todo trapo el aspersor du mot de Cambronne y ninguno de ellos va salir sin pringue.
En cuanto al impacto en la vida política española a dos meses de dos importantes elecciones autonómicas, no hace falta extenderse: cuando este nido de grillos venenosos, de conmilitones caníbales, de camaradas cainitas, de espías, contraespías, mentirosos, trapaceiros y vendechufas quiera haber arreglado algo del desastre tendrá encima las elecciones en las que se va a dar una castaña de campeonato. Y una recastaña en las europeas de junio. Para entonces la dirección del PP estará en almoneda y con todas las opciones abiertas, incluida la del intento de retorno del señor Aznar al que se opondrán a dentelladas los mismos que hoy lo llaman con la boca chica.
Esto promete.
(La imagen es una foto de pt, con licencia de Creative Commons).