dijous, 11 de setembre del 2008

La rebelión de las provincias.

Da la impresión de que el curso político comienza con una nueva y vigorosa pasada por la muy hispánica tradición de los reinos de Taifas. Al mantenido pulso que el Partit dels Socialistes de Catalunya, que es PSOE pero no es PSOE porque está federado con él pero es partido independiente aunque hermano que igual vota los presupuestos del hermano mayor o no los vota y pide grupo parlamentario propio para escenificar lo bien avenida que está España con todos sus hombres y tierras, como decía el Caudillo, ha venido ahora a sumarse la rebelión del partido UPN que, como se sabe bien es al PP y España lo que el PSC al PSOE y la misma (u otra distinta, qué más da) España. Dice don Miguel Sanz, que gobierna en Navarra con el apoyo sociata, que quizá apruebe los Presupuestos Generales del Estado (PG), dependiendo de cómo se porte el PSOE, claro está. E inmediatamente se ha armado una gresca entre los populares en la que los epítetos han ido subiendo de tono. Pero Palinuro no se detendrá en estas menudencias de si dijiste o no dijiste o no dijiste que dijiste y va a ir al fondo del asunto.

Veamos: ha bastado el anuncio del señor Sanz de que los diputados de UPN en el Congreso quizá voten losPGE para que en el PP se rasguen las vestiduras, el señor Arenas pise un juanete al señor Sanz y el señor Rajoy acuda a Pamplona a achicar agua del navío antes de que zozobre... Pero ¿alguno de ellos sabe de cierto si losPGE pueden ser votables o no? No, claro. El sentido español de la demcoracia dice que, si estás en la oposición, te opones a todo lo que haga el Gobierno; a todo y lo haga como lo haga, aunque lo haga bien. ¿De qué otro modo cabe entender la negativa del PP a que UPN vote losPGE antes de haberlos estudiado sino es porque el voto PP será "no" digan lo que digan los presupuestos?

A la rebelión autonómica se suman ahora los alcaldes en un frente municipal patriótico encabezado por los más manirrotos de todos, el señor Belloch en Zaragoza y el señor Ruiz Gallardón en Madrid. Los alcaldes quieren poner el cazo, pero no ante las autoridadades autonómicas de las CCAA que son las que se han quedado con la pasta, sino ante las centrales, que ya pueden apretarse más el cinturón, aunque nos les quede numerario. ¿Por qué? Porque saben de sobra que es más fácil sacar dinero al Gobierno central que a los autonómicos, para los que la descentralización empieza y acaba en las autonomías mientras que los gobiernos locales son entes de carácter folklórico. Puras taifas. Rebelarse además en contra del Gobierno central tiene postín mientras que hacerlo en contra de los gobiernos autonómicos se presta a que te llamen "neocentralista", feo término casi tan mal sonante como "neocon".

Y en esas que aparece ahora el manifiesto de los 1.000 munícipes catalanes pidiendo el derecho de autodetermninación. Éramos pocos y parió la alcaldesa. Y es de suponer que ese derecho de autodeterminación que los municipales exigen es para materializarlo en cada autonomía, que son nacionalistas pero no tontos. Los dineros se los piden los alcaldes al Gobierno central no a los autonómicos; pero el derecho de autodeterminación quieren ejercerlo en el orden autonómico, no en el central. Son listos los alcaldesd, desde luego aunque seguro que algunos acaban a tortas por el derecho de autodeterminación de su villorrio. Insisto, ¿de qué me suena esto? Taifas, Taifas...

(La imagen es una foto de Sagabardón, bajo licencia de Creative Commons).