Además de congresos, el fin de semana ha traído algunas encuestas de bastante interés. El viernes apareció el Euskobarómetro, el sondeo periódico que hace el departamento de Ciencia Política de la Universidad del País Vasco bajo la dirección de Francisco Llera, repleto de sorpresas preelectorales. La encuesta se orienta a dilucidar la orientación de voto para las próximas elecciones autonómicas que, de seguir las cosas como hasta ahora, se prevén pronto. El PSE-PSOE da un salto considerable en estimación de voto, situándose en un 30% del voto siendo así que la última estimación de noviembre de 2007 le daba poco más de un 24%; con un PNV estancado en un 34% (medio punto por encima de la estimación de noviembre de 2007), el Euskobarómetro vaticina que el PSE podría superar a los nacionalistas en escaños y, en consecuencia, poner fin al tripartito. Confieso que me haría ilusión que sucediera algo de eso, aunque no sea más que porque se se termine con la experiencia del tripartito que, en mi modesta opinión, ha sido uno de los peores gobiernos del País Vasco en su reciente historia.
La encuesta siguiente es la del Sociómetro del Gobierno vasco, que suele publicarse a la par con el Euskobarómetro a veces con diferencias interesantes. El dato más curioso de esta entrega es que el deseo de independencia entre los vascos se sitúa en un mínimo histórico de un 22% mientras que un 30% se opone a ella y el resto actuaría según le pareciera. Es un resultado para que el señor Ibarretxe se busque un monasterio de Yuste a fin de retirarse a llorar su manifiesta incompetencia. Nueve años de Lehendakari sólo han dado para presentar un plan ilegal que ya le rechazó el Congreso en la legislatura anterior y que, como los boxeadores sonados, vuelve a salir a la lona a que ahora lo tumbe de un derechazo el Tribunal Constitucional.
Finalmente, El País publica hoy y mañana una macroencuesta de Metroscopia llena de informaciones interesantes y contundentes. El 90% piensa que España se encuentra en crisis económica y el 75% piensa que el Gobierno no sabe hacerle frente. Estoy encantado de que Palinuro haya sabido adelantar este espíritu generalizado frente a la crisis, que sigue (y seguirá por algún tiempo) sin resolverse. La macroencuesta de El País se concentra en los aspectos religiosos de la acción del Gobierno y muestra que, aunque la mayoría de los españoles prefiere los entierros de marca y boato para los asuntos de Estado, la población es muy laica y quiere eliminar el claro castrense así como la prerrogativas de que los curas han venido disfrutando desde los tiempos del nacionalcatolicismo.
(La imagen es una foto de Cameijei, bajo licencia de Creative Commons).