dimarts, 8 de juliol del 2008

Después de la boda.

He tenido tres feedbacks (como dicen los cerebros empresariales) a raíz de la boda, que no me resisto a lucir aquí.

En primer lugar, la foto de todos los participantes en la ceremonia que mi hijo Andrés ha colgado en Facebook. Es la mejor que he visto hasta la fecha. Estamos todos en el salón de actos del Ayuntamiento de Pozuelo en el que se celebró la ceremonia ante un retrato de Juan Carlos I a quien, por fortuna, no se ve. Sentados en primer término, nuestros dos hijos, Héctor y Ramón. Detrás, los dos contrayentes. El resto, familiares de Celia y otros dos de mis hijos, Andrés (delante de las banderas) y Paulino, a mi izquierda. A la derecha de Celia, su hermana Mabel Redondo, su madre y su otra hermana, Mercedes. Todos muy sonrientes.


En segundo lugar, un bello poema de Juan de Asís, Bambolotto, el hijo de mis amigos Pepe y Lupe, que me hizo llegar al día siguiente y en el que describe con donaire el ambiente de nuestras conversaciones. Bambolotto es arabista e inspirado poeta. Transcribo el poema y doy al autor mis más efusivas gracias:

Fuentes, Palinuro, y tantos árboles: de tu casa a las estrellas esa noche con Mabel y Celia y madres y Pepe
y tú arriba escriba, patriarca y ángel.
Sí, claro: también el día anterior: ¡el cordero!o la mañana otra vez, Robinson y Zizek.
Para resumir: atalayas, montañas, castillos, Torrelaguna: allí Juan de Mena, Cisneros...
Rueda, esos detalles, Zamora, el Camino,
el románico, más paneles solares y el Sol,
el viento y los miles de molinos, la idea
de un Summertime diferente, más lento.
Bueno, bueno, que vayan los pitufos creciendo,
Ramón y Héctor. Que volvamos al papel. Fuentes, Palinuro, y tantos árboles.


¿Qué podré yo decirle que a su altura esté? Que las palabras tejen las sedas suaves de las arañas románticas. Que no hay diferencia entre la presencia y la ausencia si se atiende a la esencia. Que en la venida y la ida hubo mucha sabiduría. Que sólo se habla de lo que se calla, cuando el espíritu mudo de asombro descubre fuera de sí lo que tanto le atormenta dentro de sí. Que dejar las aladas palabras en el hueco del seno de los vientos diviniza la naturaleza, que es nuestra fuerza nutricia y nuestra únic sin razón de ser.

El grabado es obra de Utagawa Hiroshige, Admirando los ciruelos en flor (1840)


Por último, un curioso apotegma que me hizo llegar mi amigo Félix desde Nueva York y que dice así:

Ramon y Celia contraen matrimonio.
Rafael Nadal gana Wimbledon.
La seleccion de Futbol de España gana el campeonato de Europa.
Caballero: ¿¿¿¿¿¿¿Tiene usted alguna queja??????????????

(La imagen es un grabado de Klinger, titulado El cortejo nupcial de psiche.).