dijous, 22 de maig del 2008

San Gil, deconstruida.

El referente por excelencia, el ejemplo moral, San Gil somos todos, donde esté San Gil estará el PP. Aluviones de halagos, elogios, ditirambos, apologías cayeron sobre la dirigente popular vasca mientras escenificaba una confusa oposición al señor Rajoy y a lo que se supone que el señor Rajoy representa, esto es, la moderación de la línea política del PP, su acercamiento al centro. Ayer, el episodio llegó a su final en el despacho del señor Rajoy que, al escuchar que la señora San Gil dejaba la presidencia del PP vasco y su lugar en el Parlamento, le puso puente de plata, no hizo nada para retenerla, pero convocó una rueda de prensa para decir que la señora San Gil se iba pero que él seguía apoyándola, supongo que para hacer oposiciones a técnico municipal. Cuarenta y ocho horas después, de la señora San Gil no quedarán ni las cenizas y, en lugar de alabanzas sólo se escuchará el ominoso silencio.

San Gil es la más reciente de las bajas causadas por el giro del señor Rajoy al centro. Pero aún vendrán otras. El desmoche de la vieja guardia ultra del PP, de los neofranquistas, avanza a buen paso. Doña Esperanza Aguirre y algunos otros, cada vez más aislados, son los últimos de Filipinas y no les queda otra esperanza salvo que alguno de los reaccionarios que todavía no han sido despedidos, presente una candidatura alternativa en el Congreso o el salvapatrias escenifique un retorno. Si esto no se produce, y es harto improbable que lo haga, ya está claro que Rajoy ha ganado la batalla, se ha asegurado la lealtad de los congresistas, se ha atraído al sumiso señor Ruiz Gallardón, cuyo plan de sustituir al jefe es bien claro, mantiene firme y unido al partido y, sobre todo, controla los mecanismos de prebendas y nombramientos que son los que operan a la hora de ver quién está con unos o con otros. El viejo ¿qué hay de lo mío, jefe?

Los neofranquistas siguen conspirando como posesos para tratar de echar al señor Rajoy y volver a secuestrar al gran partido de la derecha poniéndolo al servicio de sus consignas sectarias, carcundas y "ultraliberales". El "frente anti-Rajoy" acaudillado por la COPE y El Mundo propugna un liderazgo del partido presidido por la señora Aguirre o el señor Vidal Quadras, o Mayor Oreja, etc, cualquiera con tal de que no sea el señor Rajoy que, dicen, está entregando el PP al grupo Prisa y, además, sea lo suficientemente reaccionario; o sea, mucho.

Hay ya quien habla de escisiones en el PP pero eso me parece improbable, aunque no imposible, por cierto. Improbable porque si los neofranquistas, los persas al estilo aznarí se escindieran sólo podrían formar un partido de derecha extrema al que no votarían ni sus militantes.

También hay quien dice que los políticos rebeldes del PP pueden pedir el ingreso en el partido UPyD de la señora Díez. Lo que tampoco me parece probable. La señora Díez no es nadie y no ha dado pruebas sino de un temple político de alfeñique, sólo orientado a asegurar su carrera personal. No veo ahí a los persas, sobre todo, recordando que la señora Díez dice que ella es de izquierda. Es fantástico: hasta la derecha dice que es de izquierda. Pero los sincomplejos no van a entrar en tan confusa amalgama. Antes bien, creo que seguirán en el PP, obstaculizando los propósitos centristas del partido y esperando una ocasión propicia para dar puerta al señor Rajoy. Pero para cuando crean que pueden hacerlo, el señor Ruiz Gallardón los habrá madrugado.

(La imagen es una foto de Sagabardón, bajo licencia de Creative Commons).