Para conmemorar el sesenta aniversario de la creación del Estado de Israel, el señor Bush ha hecho una visita al país y se ha dirigido al Knesset israelí en solemne sesión. De este modo no sólo celebra el aniversario del Estado judío sino que también pone broche de oro a su segundo y último mandato al frente de la Casa Blanca con un balance del que seguramente estará orgulloso: ni hoja de ruta, ni proceso de paz, ni creación del Estado palestino, ni nada de nada. El conflicto está más enconado, la situación de los palestinos más desesperada y los israelíes más prepotentes y agresivos que nunca.
Una vez más se comprueba que las sugerencias y propuestas (cuando las hubo) del señor Bush para resolver el conflicto del Oriente Próximo eran puras mentiras para seguir ganando tiempo a ver si, en el ínterin, los israelíes acababan con los palestinos. Una vez más se comprueba que los EEUU no son un mediador sino parte beligerante del conflicto en contra de los palestinos y que esto es así esté quien esté en la Casa Blanca. Ningún presidente, republicano o demócrata, se atreverá jamás a enfrentarse al poderosísimo lobby judío en Washington. Ni el señor Obama, estoy convencido.
Por eso es tanto más oportuno este libro de José Luis Ferrando Lada (Palestina e Israel. El interminable laberinto de la paz, UNED, Valencia, 2008, 124 págs), buen conocedor de esta zona del mundo en la que vivió mucho tiempo mientras era franciscano y en el que ha continuado viajando luego de dejar el estado regular.
La obra se compone de dos partes bien diferenciadas: una primera, sistemática, que traza un cuadro del conjunto de Palestina (Israel más Palestina hoy día) histórico, político y geográfico que constituye una buena introducción para quien quiera familiarizarse con el trasfondo del actual conflicto. Éste hunde sus raíces en circunstancias milenarias en las tierras del Libro que las tres grandes religiones monoteístas, la mosaica, la cristiana y la musulmana, consideran sagrado. La historia actual del dicho conflicto se abarca aquí desde los orígenes del Estado de Israel (la resolución de las Naciones Unidas de 1947, la guerra de 1948, etc) hasta la muerte de Yasser Arafat en 2004.
La segunda parte es una serie de artículos aparecidos en la prensa diaria sobre el tema Israel/Palestina entre 2004 y 2008; el último, fechado en enero de 2008, con lo que está claro que el libro es de innegable actualidad en una zona del planeta en la que los sucesos se producen a un ritmo vertiginoso. Los artículos siguen el día a día de las conflictivas relaciones entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (el organismo paraestatal que surgió de los acuerdos de Oslo de 1993) deteniéndose en el análisis pormenorizado de la situación política interna en ambas partes.
Ferrando Lada trata de mantener una trabajosa imparcialidad entre las dos partes pero se le observan mayores simpatías hacia el lado palestino probablemente porque durante todo el tiempo que viene durando del conflicto ha sido el underdog. No obstante tengo la impresión de que es pesimista respecto a las posibilidades de solución definitiva en la zona. A estas alturas ya no tiene confianza alguna en la "hoja de ruta" estadounidense y parece confiar más en las posibilidades del famoso "cuarteto", un absurdo adefesio perfectamente asimétrico puesto en pie por los EEUU, la ONU, la Unión Europea y Rusia con el fin de legitimar la política de permanente interferencia de los estadounidenses. Cree el autor que el nombramiento del señor Tony Blair al frente del tal cuarteto es buen augurio. Mi opinión es la contraria. Si Blair está ahí es porque su supeditación lacayuna a los EEUU lo convierten en idóneo para lo que se persigue: seguir permitiendo que los israelís acaben con los palestinos por todos los medios a su alcance: agresiones directas, asfixia económica y sanitaria, asentamientos indebidos, separación mediante muros... un genocidio, en definitiva, por tierra, mar y aire, a cámara lenta y a la vista del mundo entero que, si acaso, a veces advierte a Israel de la conveniencia de no ser demasiado duro para no soliviantar a las buenas conciencias occidentales.
Por supuesto, los permanentes enfrentamientos internos en el campo palestino que Ferrando Lada sigue de cerca no ayudan en modo alguno a su causa, pero es difícil no entender que es una situación consecuencia del acoso israelí y el abandono a que se ven sometidos los palestinos cuyo verdadero enemigo son los Estados Unidos de América.