dimecres, 9 d’abril del 2008

Libertad para el Tíbet.

Poco a poco, la campaña funciona. De modo espontáneo, sin que ninguna conjura internacional, sombríos manejos de conspiradores ni "enemigos de China" en infames conciliábulos hagan acto de presencia sino por las manifas de la gente, la movilización de grupos inconexos, a los déspotas chinos se les está fastidiando la maniobra de propaganda mundial que tenían pensada con los juegos olímpicos. Es magnífico ver cómo va cuajando un movimiento mundial para proteger a los tibetanos del aplastamiento chino y exponer en público los crímenes de esta dictadura de partido.

Y más lo es comprobar cómo los sofismas y las patrañas a que recurren las autoridades chinas y sus valedores en Occidente no hacen mella en el propósito cada vez más extendido de denunciar la opresión del Tíbet. La primera es la ya mencionada del "complot" con variados intervinientes, que si la CIA, el Pentágono, la India, Rusia..., en fin una variante de la conspiración judeomasónica en la que ya no creen ni las damas de la Adoración Nocturna.

El segundo argumento, muy típico, sostiene que lo que China haga en el Tíbet es un "asunto interno" chino que no concierne a nadie más. Salvando las distancias esto es como decir que cuando un cónyuge (normalmente el marido) arrea estopa al otro, el asunto se da en la intimidad del matrimonio y nadie tiene derecho a inmiscuirse en ello. Para el derecho internacional humanitario ya no hay "asuntos internos" que valgan cuando están en juego los derechos humanos.

Otra falacia a la que echan frecuente mano los barandas de Pekín y sus amigos (que tienen muchos, sobre todo entre los paleocomunistas anteriores al 56) es la muy conocida del "y tú más". Como las protestas contra la opresión del Tíbet se centran en el atropello a los derechos humanos, ellos argumentan que los demás países tampoco son un modelo en esto, empezando por los EEUU que, teniendo Guantánamo, debe callarse al respecto. El argumento es una especie de pacto de canallas: no critiques mis crímenes que los tuyos son peores y yo me callo. Cierto, muy cierto. El problema, sin embargo, es que quien denuncia la barbarie china no son los EEUU sino los estadounidenses de a pie que también denuncian Guantánamo; no es España, sino los españoles que denunciamos las torturas en el País Vasco; no es Gran Bretaña, sino los británicos, etc, etc. Es más, casi todos los gobiernos del mundo, que aspiran a meter la cuchara en el pastel comercial chino, hacen la vista gorda ante su régimen tiránico. Lo gobiernos, pero no la gente. Así que si los chinos quieren que la gente se calle en otro países tendrán que dar unas lecioncitas acerca de cómo se trata a los disidentes, que en eso tienen mucha experiencia.

El tercer "argumento" que los chinos y los prochinos emplean es aun más ridículo e infame. Suelen decir que el Tíbet era una siniestra dictadura medieval cuando ellos lo invadieron y que han llevado la modernidad y la justicia social a San Pedro de los Aguados, perdón, quiero decir al Tíbet, ¿en qué estaría yo pensando? Ese es el argumento "civilizador" con el que todos los colonialistas, imperialistas e invasores que en el mundo han sido han tratado de justificar siempre sus fechorias: te invado por tu bien, para modernizarte, para liberarte, para democratizarte... como los EEUU en el Irak, sin ir más lejos. Esta descarnada estupidez tuvo en su día una magnífica respuesta que le dio Ahmed Ben Bella, entonces líder del Frente de Liberación Nacional de Argelia al general De Gaulle. Le decía el General: "¿Para qué quieren Vds. la independencia si no saben gobernarse?" Respuesta de Ben Bella: "Tenemos el derecho a gobernarnos mal". Muy bien dicho. ¿Para qué perder el tiempo discutiendo con racistas se llamen De Gaulle o Hu Jintao?

Lo único que precisan hacer los chinos para tener la fiesta en paz es reconocer el derecho de los tibetanos a la autonomía y negociarla con el Dalai Lama que ya ha dicho que no aspira a la plena independencia. ¿Por qué no van a tener los tibetanos lo que tienen lo catalanes, los andaluces, los tiroleses, los valones, los escoceses, los bávaros, los sicilianos, etc? ¿Por qué hay que matarlos o encarcelarlos por pedirlo?