diumenge, 30 de març del 2008

Renovarse y morir.

Dice el señor Rajoy, echándoselas de duro, que tiene pensado el nombre de los portavoces parlamentarios del PP, pero “no se lo he dicho ni a ellos”, lo que es sorprendente, no por lo que muestre respecto a la capacidad del político gallego para la reserva, que ya se sabe que es mucha, sino por el comportamiento autoritario, casi dictatorial que rige en el PP, partido en el que te puedes encontrar siendo portavoz parlamentario sin que se te haya pedido tu parecer. Pero en fin, no es esto lo más pintoresco -con serlo y mucho- que está pasando en el principal partido de la oposición, sino esa especie de corrimiento general hacia la "renovación generacional" que todos parecen demandar y celebrar, empezando por el señor Rajoy que, sin embargo, se excluye de ella.

Renovación generacional. No suena mal, aunque da la impresión de ser una mera excusa para fulminar a la vieja guardia aznaril, especialmente los señores Zaplana y Acebes, los más identificados con el boss de Quintanilla de Onésimo, por cierto, con el propio señor Rajoy. Pero, como se ha dicho, éste ha decidido excluirse.

En realidad aquí lo que hay es una guerra entre halcones aznaristas y palomas más recientes. Al sacrificar a sus compañeros de armas del alma, el señor Rajoy piensa que salvará su propia cabeza como adalid de la "renovación", que es término que suele tener buena prensa en todas partes... excepto en los partidos en los que no es raro que salga alguien, como Txiki Benegas en su día en el PSOE, hablando de los "renovadores de la nada". Aquí puede estar pasando algo parecido. El señor Núñez Feijóo, de Galicia aboga por "ajustar algunos planteamientos y mensajes; entienda quien quiera y, por otro lado, Tres barones del PP declaran la guerra a Esperanza Aguirre: le acusan de intentar ‘cargarse’ a Mariano Rajoy y han decidido ir a por ella. La alianza se ve con claridad: Mariano Rajoy con los "renovadores" contra la vieja guardia, la señora Aguirre y su corte mediática.

Pues va a darse una castaña. El señor Rajoy, por supuesto. Ya era dudoso que contara con la falange macedónica de los medios de la derecha por sí mismo. Pero, en cuanto se materialice la defenestración del señor Acebes, se encontrará frente a un muro mediático hostil (ya lo es en buena medida) que no va a darle respiro hasta que se retire o pierda las primarias de su partido. También puede pasar éstas pero es muy probable que pierda las elecciones generales si llega a ellas con la COPE y El Mundo en contra. Y en contra los tendrá, ya que han decidido apoyar a la señora Aguirre y a los suyos.

(La imagen es una foto de Galiciaefotos bajo licencia de Creative Commons).