El domingo de resurrección se llegó a 4.000 muertos estadounidenses en la guerra ilegal, criminal y de pillaje desencadenada por los señores Bush, Blair y Aznar en contra de la opinión aplastante de sus respectivos pueblos. Esta cifra es aproximativa ya que es facilitada por el alto mando estadounidense que, como los políticos en el caso de esta guerra inicua, miente más que habla. Estos 4.000muertos son únicamente los caídos de hecho en el campo de batalla y que, claro, no se pueden ocultar. Pero no incluyen a quienes mueren a consecuencia de la guerra ni a los heridos de distinta consideración y que pueden llegar a los 100.000. De los muertos, heridos, torturados, desplazados civiles y militares iraquíes ya ni hablamos. Pueden ser millones.
Acerca de las mentiras de los políticos estadounidenses, especialmente Dick Cheney, Colin Powell, Condoleeza Rice y George W. Bush, el descaro con el que engañaron y siguen engañando a la opinión pública de su país y otros queda patente en el vídeo siguiente que está en inglés son subtítulos en español:
Podría hacerse otro con las mentiras igualmente descaradas del señor Aznar quien ya debiera estar ante los tribunales por engañar para apoyar una guerra y merced a cuyos engaños él se ha enriquecido.
Acerca de la capacidad de estos políticos criminales de guerra para gobernar a su antojo y despreciar a la opinión pública, rcomiendo una referencia que hay en la página de Michael Moore que remite a otra de Think Progress donde se reproduce el momento esencial de una entrevista con Dick Cheney en la que éste dice claramente que la opinión pública contraria a la guerra del Irak le importa una higa. Traduzco:
CHENEY: En el frente de la seguridad creo que hay consenso general en que hemos hecho pogresos, que nuestra acción ha funcionado. Se trata de un gran éxito.
RADDATZ (entrevistadora): Dos tercios de los estadounidenses dicen que esta guerra no merece la pena.
CHENEY: ¿Y?
RADDATZ ¿Y? ¿No le importa lo que piensen los ciudadanos estadounidenses?
CHENEY: No. Creo que uno no puede dejarse influir por las fluctuaciones de los sondeos de opinión.
Son auténticos sinvergüenzas entre otras cosas porque, como señala la página citada, no hay "fluctuaciones" en la opinión pública estadounidense. Dos tercios de los yanquies estaban contra la guerra en 2003 y dos tercios siguen en contra de la guerra en 2008.
(La imagen es una foto de soundfromwayout, bajo licencia de Creative Commons, cada par de botas representa a un soldado de Illinois (EEUU) muerto en la guerra del Irak).