A No country for old men le han caído varios "oscars": mejor peli, mejor director, mejor actor de reparto y mejor adaptación. Bueno, el de mejor actor tiene pinta de ser merecidísimo porque Bardem mete miedo a cualquiera, bien es cierto que con la valiosísima ayuda de unos directores que lo encuadran siempre del modo que sus apariciones puedan tener mayor impacto. Así que el oscar a los hermanos Coen por la dirección seguramente también es merecido. Lo de la mejor peli ya me ofrece más dudas. Probablemente sea justo -sería preciso ver los filmes que competían con éste- pero cuesta aceptarlo sin más. La peli tiene un mérito excepcional desde el punto de vista lingüístico. No conozco la novela de Cormac McCarthy en la que está basada y que, al parecer, se sigue fielmente pero estoy seguro de que constituye una pieza brillante de Texan English: la mayor parte de los personajes, excepto Bardem, habla con esa lenta cadencia y modulación abierta así como la peculiar sintaxis de los tejanos. Es fascinante escucharlos. Así se explica asimismo el oscar a la mejor adaptación.
Pero no creo que sólo eso mueva a la Academia a dar el oscar a la mejor peli. Está luego el examen detallado del comportamiento de un psicópata asesino, muy conseguido desde luego y cuyo mérito reside en la interpretación de Bardem. Sumado a lo anterior, tampoco da para ser la mejor peli del año.
Y es que el resto, sin duda muy bien rodado, con mucho ritmo, no tiene gran enjundia. Una historia de ajuste de cuentas de narcos mexicanos con intervención de gangsters yankees, una maleta con dos millones de dólares y una persecución encadenada de distintos tipos de malhechores por varios moteles del Estado no es precisamente una novedad deslumbrante. Las reflexiones del sheriff maduro y desengañado chapurreadas en el arrastrado inglés de Texas tampoco dan al asunto la chispa que justificaría el premio.
En el mejor de los casos, la peli se salva del aburrimiento porque en verdad es una road movie, de esas que bordan los gringos. Pero convencional. Cine independiente convencional. No movie for old watchers.