Varios periódicos digitales glosaban ayer la fulminante destitución de la portavoz del PSOE en el parlamento aragonés. Coincidían en considerar inaceptable o inadmisible o intolerable su discurso y hacían chirigota de que sería el primero (la portavoz, doña Isabel Teruel, se estrenaba ayer en el cargo) y el último. Alguno de los medios, hasta sentía "vergüenza ajena".
Bueno, he visto el video y con detenimiento; hasta lo he repetido para estar seguro. Y estoy seguro de que es un discurso estupendo. Claro que es el de una novata que está nerviosa y lo dice, no lo oculta ni imposta nada, se ríe, se aturulla, se repite y lo reconoce y afirma que ya se curtirá. Pues no le han dado tiempo, sino que el PSOE la ha destituido fulminantemente, con el aplauso de muchos medios.
Manda narices. Se pasan la vida maldiciendo la falsedad de la política, el alejamiento de los políticos, sus corrupciones, que sean todos iguales, que vayan siempre a lo suyo, sean unos engolados y sólo sirvan para engañar y cuando aparece una que no es así, que es sincera, la echan con cajas destempladas.
El filisteísmo que revela censurar una intervención tan espontánea, simpática, humana, da verdadero pavor. Esos medios que sienten "vergüenza ajena", esos burócratas de los partidos que fulminan a la señora diputada (quien, por cierto, estuvo correctísima, aunque no sea Demóstenes, que tampoco los señores Rodríguez Zapatero o Rajoy lo son), exactamente ¿qué quieren? ¿Que sólo hablen políticos profesionales, curtidos por quinquenios de escaños? ¿Que la gente venga aprendida? ¿Que haya bronca de pitos, abucheos y pataleos?
Me gustaría saber qué tienen que decir al respecto los feministas con un análisis de perspectiva de género.
En todo caso, enhorabuena señora Teruel. Está claro que en su partido no están a su altura. Y los Opinionmakers aun menos.