También ha aumentado en proporción de voto el partido verde, pero no hasta llegar al 10%. Los grandes perdedores son el Partido Socialista (el que más retrocede pues pierde nueve escaños en el Consejo Nacional) y los radicales (que pierden cinco escaños), mientras que los democristianos ganan tres. El conjunto de partidos "prosistema", por tanto, pierde once escaños.
No obstante, los resultados electorales son poco significativos si se compone el gobierno (Consejo Federal) como es habitual, esto es, como una convención en la que los siete puestos se reparten entre los cinco partidos: dos para la UCD, dos para el Partido Socialista, dos para los radicales y uno para los cristianodemócratas. La cuestión hoy es saber si el señor Christoph Blocher, dirigente del Partido Popular suizo respetará la tradición o no. Los ganadores han hecho ya saber que sí se respetará la llamada "fórmula mágica", que permite un gobierno consensuado en la República Helvética, pero el señor Blocher ha comenzado a plantear exigencias que hacen pensar que acabará tratando de imponer una novedad, esto es, un gobierno de coalición con unos partidos, dejando a los otros en la oposición como es lo habitual en los sistemas parlamentarios. En este caso, la polarización del sistema suizo sería un hecho. Así como el avance del populismo radical de derechas.